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Hu Yaoyao observó cómo la sangre fresca de Mianmian caía al suelo, extendió la mano para atrapar a Mianmian en sus brazos como si fuera su presa, sacó su lengua para lamer la herida en el pecho de Mianmian, y después la saboreó cuidadosamente.
—Je, qué enigma preparó el Camino Celestial, huele delicioso, ¡pero sabe igual que la gente común cuando se come!
Aunque dijo que no había diferencia, Hu Yaoyao no mantuvo sus manos quietas y arrancó directamente a Su Mianmian de las garras de Yang Xian. Se deleitó en el sabor de la herida sangrante de Mianmian mientras rompía una ficha de jade en su mano.
La ficha de jade contenía la Conciencia Divina de alguien; al romperla, alertaría a la persona de que su plan había tenido éxito.
Su Mianmian estaba muerta, asesinada por Yang Xian, ¡a quien ella había leído la fortuna!
