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Los dos sobrinos-nietos estaban preocupados por mí, y Mianmian podía notarlo.
Bajó la mirada y por un momento, ella también se sintió un poco paniqueada.
Hace un momento casi había golpeado a Yang Xian, y el tono de Wei Kang era tan urgente, sonaba como si estuviera realmente enojado. Mamá también había dicho que ella había nacido con gran fuerza y si no lo controlaba, podría accidentalmente mandar a los pequeños demonios de la montaña a reportarse al Inframundo mientras jugaba.
Así que siempre había estado aprendiendo a controlarla.
Ahora mismo, había sentido una intención de matar de parte de Yang Xian, y si no se hubiera contenido, aquel golpe realmente hubiera sido mortal.
Mianmian no podía evitar pensar, ¿me regañará mi segundo sobrino-nieto? ¿También le daré miedo?
Pequeño Bollo pensó en esto y comenzó a extrañar a su papá y a su mamá otra vez.
Realmente quería controlar sus emociones y no llorar, pero no pudo evitarlo.