En la habitación, los ojos de Ya Molian estaban sombríos. Estaba a punto de salir para aclarar sus pensamientos, pero en cambio miró a Liu Chushui, quien estaba en tanto dolor que estaba al borde del desmayo. Con un solo toque, Ya Molian lo dejó inconsciente antes de salir con paso firme.
Su querida Sang, tenía un corazón tan grande. Había sido herida en la cara y aun así no sentía nada de ello.
Cualquier otra chica habría estado llorando hasta la muerte, creando un alboroto que se escucharía en toda la aldea. ¿Cómo podrían ser como ella, aparentemente sin sentir dolor, incluso encontrando la mente para curar las heridas de Liu Chushui?
Honestamente, nunca había visto a nadie con un corazón tan grande.
Tomando una respiración profunda, se dio la vuelta y caminó hacia el patio, planeando investigar la situación con su tío locuaz.
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