—Sí, Tío Tercero, permita que Tía Tercera descanse apropiadamente. Hermano Changfeng, ayúdame a llevar a Chushui al cuarto de mi hermano —Al ver a Lin Changhong salir con una botella de porcelana, Lin Caisang se levantó y dijo.
—Bien, Lin, levántate primero, vuelve a tu habitación y acuéstate. No te enojes por este decepcionante incidente, no vale la pena arruinar tu salud —Lin Baiyi no volvió en sí hasta que todos le recordaron y rápidamente ayudó a su esposa a levantarse.
—¿Qué pasó?
—Lin Changhong parpadeó, preguntando con una expresión perpleja en su rostro.
—¿Tía Tercera se desmayó de la ira? —Mientras hablaba, lanzó una mirada furiosa a Lin Caihe, quien estaba completamente pasmada. Todo era por culpa de ella, que toda la familia estaba sufriendo.
—Espera un momento —Viendo que su esposo estaba a punto de ayudarla a volver, Yang Lin rápidamente lo detuvo, giró la cabeza y miró a Lin Laogeng y Lu Qiubo.