—Bueno entonces, si no te gusta el pollo asado, puedo asarte pescado, ¿o quizás camarones?
Si le gustaba, aunque fuera difícil de obtener, encontraría una forma de conseguirlo. Unos cuantos camarones no deberían ser un problema.
Lin Caisang:
...
—¡De verdad la estaba tentando con sus camarones favoritos!
—¡Ya Molian, créaslo o no, te coseré la boca con una aguja de plata! —dijo ella, apretando los dientes y mirándolo con furia.
—¿Qué quieres decir con que no comes ni bebes? Tengo tres comidas al día, ¿cuándo he faltado a alguna? ¿Con cuál de tus ojos me viste no comer ni beber?
Si sus abuelos escucharan ese rumor, ¿no estarían vigilándola todos los días para asegurarse de que está comiendo y bebiendo? Si perdiera incluso la libertad de comer lo que quisiera, definitivamente tendría una pelea con él.
—Comiste, pero ¿no le diste toda la carne a Lin Changfeng? —preguntó Ya Molian con un tono melancólico.
Lin Caisang:
!!!
Al escuchar eso, ella comenzó a examinar a Ya Molian.