—¿Sin embargo, cómo podría permitir que alguien arruinara su plan? Ella avivó más el fuego, negándose a creer que Lin Changfeng pudiera controlarse.
—Parece que el abuelo y la abuela realmente vendieron a la prima Sangsang. Me pregunto a quién la vendieron. Primo Changfeng, tú debes saberlo —dijo ella con una sonrisa astuta y una mirada provocativa hacia Ya Molian.
—Liu Yushui, eres incorregible, tú... —Como se esperaba, Lin Changfeng se enfadó de nuevo y comenzó a regañar a Liu Yushui.
Sintiéndose exaltada por dentro, Liu Yushui pensó que un poco más de provocación llevaría a Lin Changfeng al límite y lo haría actuar violentamente, pero entonces...
—Hermano Changfeng, ¿qué estás haciendo? —Una voz suave sonó detrás de Lin Changfeng, recordándole su racionalidad.
Al ver esto, Liu Yushui miró frustrada a Lin Caisang. No le importaba si Lin Changfeng la lastimaba o no, se cubrió la cara y gritó:
—Ay, primo Changfeng, ¿cómo puedes golpear a la gente?
—Lin Changfeng:....
