Sin embargo, mientras hablaba, de repente sintió que algo estaba mal.
—No te has herido, ¿verdad? —entrecerrando los ojos, examinó a Ya Molian de arriba abajo varias veces, pero no pudo ver nada que sugiriera que podría haberse lesionado. Por el contrario, parecía sano y salvo. ¿Podría ser posible que estos hombres vestidos de negro fueran derribados por él?
—Me mentiste, haciéndome preocuparme como una loca. Tú, tú... —Ya Molian no estaba herido, y ella incluso había querido escalar las paredes para encontrarlo como una tonta. ¡Sería el hazmerreír si la gente se enterara de esto!
—Nunca dije que estaba lesionado —Ya Molian estaba sin palabras.
¿Cómo podía ella tratarlo injustamente así? ¿Cuándo había dicho él que estaba herido?
—¿Te preocupaste por mí?
—¡Tonterías! —Lin Caisang le lanzó una mirada molesta.
Aún estaba envenenado, y este lugar no era seguro, lleno de energías negativas. ¿Cómo podría no preocuparse por Ya Molian?