—Uf.
Al escuchar esto, la carita de Su Qingluo se volvió amarga. Justo cuando había encontrado el misterioso valle y estaba pensando en qué excusa podría usar para que su madre la dejara salir a jugar, su madre le había dado esta enorme "sorpresa".
—Por supuesto, esta es solo una idea de tu padre y mía —Li Xiu'e captó agudamente la melancolía de su hija menor y abrazó inconscientemente su suave y pequeño cuerpo con fuerza, consolándola con cuidado—. Si no quieres estudiar medicina, tus padres no te forzarán.
—Mamá, solo tengo cinco años, aún soy un bebé sin idea de nada. No quiero dejarte.
Su Qingluo estaba genuinamente molesta. ¿Sus días de despreocupación ni siquiera habían empezado aún y ya iban a terminar?!
—Jeje.
Li Xiu'e se divirtió con la actuación deliberada de ternura de su hija, y le acarició la cabeza con ternura —Si no quieres estudiar, entonces olvídalo. Pretende que nunca lo mencioné.
—Mamá, sé que lo dices con buena intención.
