—Hermano mayor, ¡qué coincidencia! ¿Estás cazando en el bosque?
Los ojos de Su Qingluo se iluminaron y lo saludó con una sonrisa.
—El hermano mayor está aquí para llevarte a la escuela. Aquí, déjame llevar tu mochila por ti.
Lin Jinyu se acercó y, sin esperar que Su Qingluo se negara, le quitó la pequeña mochila del hombro y la colgó en su brazo.
La mochila era pequeña pero se veía aún más pequeña colgando de su brazo, lo que la hacía ver bastante divertida.
—Hermano mayor, ¿qué te trajo por aquí hoy? ¿Por qué necesitas enviarme a la escuela especialmente?
Su Qingluo estaba desconcertada, sus grandes ojos cristalinos parpadeaban sin entender, incapaz de adivinar sus intenciones.
—De ahora en adelante, cuando el hermano mayor esté libre, te llevaré y traeré de la escuela.
Lin Jinyu cariñosamente despeinó su cabello, y las estrellas brillantes en sus ojos iluminaron los de ella.
—No es necesario, hermano mayor, no soy una niña desorientada que necesita que la recojas.