—Sí, no solo mi pierna fue herida en aquel momento, sino que también sufrí una lesión en la cabeza —dijo el Tío Lin el Segundo mostrando sorpresa—. Estuve mareado e inconsciente durante varios días antes de despertar.
La lesión en la cabeza que él había sufrido fue pasada por alto incluso por los ilustres médicos del Valle del Rey de la Medicina, pero Su Qingluo descubrió la fractura en su primer diagnóstico.
—Eso tiene sentido —Su Qingluo asintió con satisfacción—. Tío Lin el Segundo, sus piernas han recibido buenos cuidados en los últimos dos años, sus canales están claros y sus músculos no se han atrofiado. La razón por la que no puede caminar no es a causa de sus piernas.
—En cambio, tras la lesión cerebral, un coágulo de sangre magullada se ha quedado dentro del cráneo derecho, presionando los nervios cerebrales, causando confusión en los mismos, e impidiendo enviar las instrucciones correctas para comandar las piernas a caminar.