—¿Has visto a Qingluo? ¿Dónde fue?
Lin Jinyu saludó y preguntó al grupo de niños con una sonrisa.
—El hermano mayor llevó a Xuan'er a practicar equitación.
Tian Qi corrió hacia él con un brazo al descubierto, sosteniendo un cangrejo con una pata rota en su mano.
—Cuando la veas después, dile que alguien de la Residencia de la Familia Lin ha venido y le pide que visite cuando tenga tiempo.
Lin Jinyu le dio una palmada en el hombro con una sonrisa.
—Claro, Primer Hermano Lin, no te preocupes, transmitiré el mensaje.
Tian Qi se golpeó el pecho con un sonido estruendoso.
—Ve a divertirte.
Lin Jinyu asintió con satisfacción.
—Adiós, Primer Hermano Lin.
Tian Qi se despidió con la mano y regresó corriendo con una sonrisa.
—Hermano mayor, ¿quién dijo que era el jefe?
Lin Jinyang, con su curiosidad infantil, estaba un poco curioso.
—Pequeña Qingluo.
Lin Jinyu sonrió con un rostro lleno de aprecio.