—El dúo no pudo continuar con su plan porque, justo después de dar un solo paso, el Abuelo Hada apareció detrás de ellos y los desapareció de vuelta a su guarida.
—Siri pellizcó el puente de su nariz antes de dedicar mucho tiempo a educar a estos dos saqueadores locos sobre la importancia de cuidar de los demás y salvar el reino de sus maneras de bandidos.
—Sí, era totalmente para salvar el reino y no por una razón personal... definitivamente no por él.
—El dúo, al darse cuenta de que sus acciones eran un poco horribles, miró sobre las montañas de objetos amontonados en el camino antes de asentir lentamente.
—Siri se sintió bastante aliviado de que los dos aceptaran su consejo.
—¿Entonces puedo tomar metal y descomponerlo para construir edificaciones territoriales? Como el saqueo definitivo no se puede llevar a cabo, tal vez podría aprovechar esta oportunidad para recolectar algunos lingotes de metal para construir la cantera de grado oro cuando regrese.