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Los defensores de las Bases Metropolitanas pasaron otra media hora eliminando a los No Muertos restantes, con las tres figuras imparables como sus principales pilares y fuente de esperanza.
Después de que cayó el último monstruo, todos en la muralla se regocijaron. Los gritos y conversaciones sobre el futuro dispersaron el ambiente sombrío.
El cielo nocturno volvió a su tonalidad original, y ya no había más señales de los meteoritos.
¡Los cielos realmente les estaban ayudando!
Incluso los comandantes, que por lo general eran serios y nunca se regodeaban en las victorias, no pudieron evitar desmoronarse al darse cuenta de que habían logrado salir de eso con vida.
Desde el principio, pensaron que la humanidad se extinguiría esa noche.
Pero algo desafió todas las probabilidades. Sin ellos, todas las vidas se habrían perdido.
Todas las personas recorrieron con la mirada, tratando de localizar a los tres héroes, pero no pudieron encontrarlos en absoluto.
—¿Dónde están?
