Long Haoran se percató de que la mayoría de las funciones de la interfaz estaban congeladas. Eso incluye el chat personal y global, el mercado de intercambio e incluso la Tienda de Puntos de la Tierra.
—Estaba delicioso. Chef Guapo, haría cualquier cosa que me pidieras si pudiese pedir en tu restaurante todos los días —comentó uno de los personajes.
—¡Kya! —exclamó otro—. ¡Yo también! ¡Yo también!
—¡Ji ji ji! —se rio otro—. Estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo.
Los tres rodearon a Haoran halagándolo por todos lados.
Como ya era de noche, Long Haoran tomó sus medidas antes de prepararles las camas. Los tres, con la excepción de Pequeño Loto, sintieron la temperatura gélida de la habitación. Era más fría que cuando estaban en la Caverna Helada.
No se durmieron inmediatamente, sino que observaron a Long Haoran.