La jornada de paracaidismo de la Tía Marcial Elga fue épica. Su descenso fue aún más impresionante.
Aterrizó en un mapa de juego no cartografiado donde se ubicaban monstruos de Nivel 2 (50-100 nivel), y en el momento en que su pie tocó el suelo, docenas de avispas venenosas de un metro la rodearon.
Tía Marcial Elga, chillando al ver numerosos aguijones con puntas venenosas intentando convertirla en un puercoespín, corrió a toda velocidad mientras atacaba como si no hubiera un mañana, buscando el camino de regreso al Castillo de la Vieja Bruja Falsa, y este fue el inicio de su maravilloso viaje.
Descubrió un mundo bestial del que no tenía conocimiento. Desde una guarida de boas gigantes hasta un clan de cíclopes antropófagos de un solo ojo, desde una escuela de peces voladores hasta colosales gorilas con dos cabezas usando tutús, su visión del mundo actual se amplió una y otra vez.