—¿Qué-qué quieres decir? —tragó nerviosamente Wang Xiuhong, dio un paso atrás y tartamudeó.
Wang Xiuhong no había anticipado que Ni Yang la descubriría tan fácilmente, ni que Ni Yang la confrontaría proactivamente. En teoría, Ni Yang, al ser una forastera, debería haber actuado de manera más discreta. ¿Pero lo estaba haciendo?
En lugar de actuar sumisamente, Ni Yang era asertiva e intimidante. Nadie podía humillarla ni siquiera en lo más mínimo.
Wang Xiuhong miró a Ni Yang, encontrándose de inmediato con un par de ojos agudos con una clara división entre negro y blanco. La profundidad de sus ojos brillaba con el reflejo de la luz.
Esta mirada no se parecía a la de ninguno de sus compañeros, ni siquiera a la de los adultos, que Wang Xiuhong había encontrado antes.
Era pura, transparente, confiada y tranquila…
En resumen, no era la mirada que se esperaría de una adolescente.