Wang Jinfang miró a Sun Chunxiang con aprensión —¿Quién es usted?
—Mi apellido es Sun, la tienda de mi familia está justo en la calle de snacks al lado —sonrió y dijo Sun Chunxiang.
Al saber que la persona también era empresaria, la precaución de Wang Jinfang se desvaneció bastante.
—He notado que su tienda ha estado ocupada hasta ahora. Debe estar muy cansada después de un día de trabajo, ¿no es así? —continuó Sun Chunxiang.
—Está bien, no estoy tan cansada. Es solo un poco de trabajo manual, mucho más fácil que trabajar el campo —se rió Wang Jinfang—. Además, el salario que Ni Yang daba era alto, no se sentía para nada cansada.
—¡Cómo no va a ser agotador con tanto trabajo! —suspiró Sun Chunxiang y continuó—. ¡El dinero es difícil de ganar en estos días! Si no fuera por proveer para la familia, ¿cuál de nosotras estaría dispuesta a exponerse así?
¡Esas palabras realmente tocaron el corazón de Wang Jinfang!
