El rostro de Evelyn se sonrojó al escuchar las palabras de Avery y cuando sus ojos se encontraron con los de Zevian, fue difícil ocultar su vergüenza. Incluso el personal del hospital miró en su dirección, aumentando el impulso de cavar un hoyo y enterrarse.
—Entonces, ¿lo reconsiderarás? —preguntó Avery nuevamente con una sonrisa. Se inclinó sobre el marco de la puerta y miró a su amiga, dejando en claro que estaba lista para burlarse de ella. Cuando el personal parecía preocupado, intercambiando miradas, añadió:
—Han pasado por mucho. ¿No crees que merecen estar juntos?
El médico sacudió la cabeza con firmeza para disgusto de Avery. Con una cara seria, respondió:
—Sus cuerpos aún están recuperándose y no pueden manejar ninguna actividad. Es demasiado peligroso, lo siento.