El corazón de Evelyn se paralizó, un frío temor se extendió por sus venas al escuchar la noticia. El pánico la invadió, la vívida imagen de la situación de Gracia en el hospital, lo último que el médico dijo esa noche antes de que ella cayera inconsciente, todo inundó su mente.
—El señor Wright está en una condición grave, Evelyn —agregó Annabelle, terminando la llamada con Sophia. Su voz apenas superaba un susurro, pero fue suficiente para devolver a Evelyn a la realidad.
Evelyn se levantó rápidamente y dijo:
—¡Vamos! —Annabelle asintió, dejando unas cuantas notas sobre la mesa, salió precipitadamente del café con Evelyn antes de subirse a su coche.
Juan frunció el ceño al ver a la misma mujer que había estado causando bastante revuelo alrededor de su jefe y señora, pero cuando Evelyn le instó a conducir, él rápidamente arrancó el motor.