Los ojos fríos de Evelyn se suavizaron rápidamente ante la llegada inesperada de Kiana. Miró a Agatha quien sacudió su cabeza apologeticamente, indicando que la pequeña había hecho una rabieta para bajar las escaleras.
—¿Qué verdad, mamá? —preguntó Kiana nuevamente, con sus ojos entrecerrados de preocupación y sospecha. Aunque no había escuchado lo que Sabrina había dicho antes, las palabras de su mamá la asustaron, y su pequeño corazón no estaba preparado para recibir otro choque. Agatha bajó las escaleras, y Evelyn aprovechó la oportunidad para terminar su discusión con Sabrina.
—Entonces, dígame, señora Grey. ¿Debería contarle detalladamente sobre el accidente de sus padres esa noche? —desafió Evelyn dando un paso adelante, su voz baja haciendo que Sabrina comenzara a sudar frío. Volviéndose hacia Dominic al lado de su madre, Evelyn sonrió de manera burlona, —Oh, tal vez deberíamos discutirlo frente a los medios, con pruebas, por supuesto.