Cuando Feng Qingxue recibió la primera carta, no notó nada inusual. Después de recibir la segunda, sintió que algo no estaba del todo bien. Pero para cuando recibió la tercera carta, sabía que Lu Jiang estaba o en una misión o había sido enviado al campo de batalla.
Ese sujeto ciertamente no había notado cuán contundentemente escribía en las cartas.
El papel que usaba para escribirle nunca era papelería adecuada, sino pedazos irregulares arrancados directamente de su cuaderno de uso común, a veces era papel en blanco, otras veces papel áspero. Nunca era el mismo, escribía con cualquier papel y bolígrafo que tenía a mano. Ahora tres cartas consecutivas estaban escritas en papel idéntico, con la misma tinta. Además, la segunda carta claramente mostraba marcas de bolígrafo de la primera, mientras que la tercera evidentemente mostraba rastros de la segunda, con débiles huellas de la primera.