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—El Señor Lu gruñó:
— Mi niña, no te preocupes. Nosotros, la familia Lu, somos gente de principios. Mantener una promesa es lo más importante en la vida de una persona. Eres una buena niña, es una bendición para Ajiang casarse contigo. No anularé tu matrimonio solo porque tu tío se haya involucrado. Incluso si yo estuviera de acuerdo, Ajiang no lo estaría, y menos si no lo apruebo.
—¿Es que no tiene ningún interés en Wang Jiao, verdad? Sin Feng Qingxue, él no aceptaría admitir a Wang Jiao en su casa. Además, Lu Jiang no comprometería su matrimonio bajo ninguna circunstancia, o de lo contrario no seguiría soltero hasta ahora.