—¿Lobo de sangre fría? ¿Y no les importaban sus parientes? —Gu Yundong recordó las dos veces que lo vio. La primera vez fue cuando pateó al alguacil. La segunda vez fue cuando se vengó y colgó al Tendero Pan de un árbol. Si ese era el caso, en efecto era despiadado.
Cuando quiso mirar de nuevo, el joven ya había desaparecido.