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Gu Yunshu se giró confundido y vio a un joven detrás de ellos con una expresión sombría. Sus ojos eran fríos, como si hubieran perturbado su descanso.
Sin embargo, a esta persona... parecía haberla visto antes en alguna parte.
Se golpeó la cabeza fuerte, pero antes de que pudiera resolverlo, los niños de repente gritaron —Lobezno, corre.
Tan pronto como lo dijo, todos se dispersaron.
Gu Yunshu seguía parado en el mismo sitio, sin entender lo que significaba lobezno. Niu Dan a su lado estaba un poco asustado, pero Gu Yunshu había sido traído por él. No podía dejarlo solo, así que se mantuvo muy firme y no movió las piernas.
Sin embargo, le tiró secretamente de la mano y susurró —Vamos a irnos rápido también.
—¿Por qué? —Gu Yunshu estaba desconcertado—. ¿No es bueno que se hayan asustado? Entonces no arrebatarán mis cosas.
