Gu Yundong todavía estaba en el taller cuando llegaron los nísperos. Esas cosas no eran fáciles de mantener frescas, por lo que debían convertirse en salsa de nísperos secos y nísperos enlatados.
Las tareas de los trabajadores ya se habían explicado el día anterior. Ahora, todos estaban en sus puestos. Lavaban las frutas, les arrancaban la piel, les quitaban los huesos, los secaban y los cocían al vapor. Todos estaban ocupados.
Las ollas de barro que Gu Yundong había pedido a Shao Qingyuan que ordenara hace dos días habían llegado temprano esa mañana. Ya había cientos de ollas de barro. Cuando llegara el momento, estas ollas de barro serían empacadas con gasa, pasteles de hierba, hojas de bambú, barro y otros meticulosos sellos. Serían comida enlatada en la antigüedad.
