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Chapter 73 - Una visita no deseada IV

Todas las personas que se encontraban en el lugar estaban sorprendidas. La familia real no tenía palabras para describir lo que estaba pasando; la existencia que consideraban invencible estaba siendo tratada fácilmente. La existencia invisible parecía no estar dando todo; parecía que simplemente estaba probando al dragón, o para ser más precisos, estaba jugando con él. Lia estaba observando con los ojos bien abiertos lo que estaba pasando. Ella no era capaz de ver a su amigo, ya que se encontraba invisible. Pero, según todo lo que había escuchado hasta el momento, parecía indicar que su amigo era más fuerte de lo que ella pensaba. Dentro de ella había muchas emociones mezcladas: miedo, admiración, felicidad, respeto; todo eso se estaba mezclando dentro de ella. Pronto, todos en el lugar escucharon una voz; se trataba de D, a quien conocían muy bien.

"Oye, no tengo todo el tiempo del mundo. Dado que ya dijiste que no te ibas a ir de forma pacífica no me queda de otra más que empezar a atacarte a muerte. Soy justo con mis oponentes, así que, dado que no estás directamente relacionado con los sujetos que intentan quitarle la vida a la niña elfo, he decidido que, si sobrevives a uno de mis ataques, contestaré a tus preguntas y te dejaré marchar", declaró la existencia invisible. En su voz había una seriedad sin precedentes; sin lugar a dudas, estaba hablando en serio. Pero esto no pareció ser muy bien visto por la persona que tenía justo enfrente, a escasos metros.

"Está bien", respondió el dragón mientras soltaba un suspiro. Estaba más que claro que estaba molesto; después de todo, se podía ver cómo una vena se le estaba hinchando en la frente. Parecía que la rabia estaba a punto de explotar dentro de él; su orgullo había sido lastimado. Era la primera vez que era tratado de semejante forma. Pero él ya había descartado esos pensamientos; se dijo a sí mismo que esa existencia que permaneció oculta era un oponente digno, por lo que no había razón para sentirse avergonzado.

Fanaryss había permanecido en silencio hasta el momento; no había dicho nada desde el mismo momento en que apareció aquella existencia. Ella estaba analizando todo el entorno al que había sido ingresada a la fuerza. Solo bastaba una mirada para saber que este lugar era formidable; incluso ella, un ser que trascendía toda lógica, se veía afectada por el poder de este lugar, o más específicamente, por el poder de este espacio dimensional. Ella sabía que para mantener este lugar se requerían de reservas inmensas de maná. Ella se dio cuenta de que eso no parecía ser un problema para aquella existencia que permaneció invisible. Ya le habían contado algunas cosas sobre ese individuo, por lo que se podía imaginar la apariencia real de él: se trataba de un individuo extremadamente poderoso. Estaba más que claro que no era alguien con quien podía lidiar fácilmente; para empezar, no sabía ni siquiera cuánta energía tenía ese individuo, y por lo poco que había visto hasta el momento, ni siquiera era capaz de percibir los fenómenos que estaba moldeando el individuo invisible. Era como si una fuerza invisible estuviera ocultando los procesos que normalmente eran visibles con el 'ojo mágico'. Fanaryss no había dicho nada con respecto a la intervención de ese ser, ya que estaba ocupada analizándolo; para ella fue un buen objeto de estudio. Era la primera vez que se encontraba con un sujeto tan extraño. Pronto pudo escuchar la voz del individuo que estaba oculto.

"Por lo que puedo ver, tu raza es bastante orgullosa. Como muestra de respeto, voy a dejar que veas mi verdadera apariencia, aunque puede que sea la última cosa que veas", declaró la existencia invisible. Poco después de soltar esas palabras, a escasos metros del dragón, comenzó a aparecer una figura lentamente. Todos los presentes giraron la cabeza hacia el lugar desde donde provenía la voz del chico, y pronto todos fueron testigos de la apariencia del sujeto que se había estado escondiendo. El chico tenía cabello blanco y ojos azul claro; su piel era hermosa y estaba finamente vestido con un hermoso traje negro que lo hacía ver incluso más hermoso de lo que ya era. Al ver la apariencia real de esa entidad, el dragón rápidamente abrió los ojos en señal de sorpresa y preguntó:

"¿Un humano?", preguntó el dragón en shock.

"¿Por qué preguntas eso? ¿Acaso no ves que soy un humano de pies a cabeza?", preguntó la figura del chico de cabello blanco y ojos azules con evidente molestia; la paciencia se le estaba acabando.

"Definitivamente, el equilibrio está roto; esto no debería ser posible."

"Ya cierra la boca y defiéndete; voy a atacar", declaró la existencia de cabello blanco y ojos azules.

Justo después de soltar esa declaración, todos fueron testigos de cómo había aparecido de repente una figura detrás del dragón, pero este no se había dado cuenta de ese hecho; él simplemente se había materializado a espaldas del dragón. La familia real y la bestia divina fueron testigos de esto, pero no dijeron nada y guardaron silencio. El dragón no estaba al tanto de que el chico del cabello blanco y ojos azules ya había aparecido detrás de él, pero había algo que los había dejado confundidos a todos: había dos chicos de cabello blanco y ojos azules; el que estaba mirándose fijamente con el dragón y el que estaba detrás del dragón. Se pudo escuchar una voz; se trataba del chico que estaba detrás del dragón.

"Dulces sueños, dragón", había declarado la figura que había aparecido detrás del dragón. Cuando este quiso girar su cabeza para hacer contacto visual, ya era demasiado tarde. El pequeño chico humano ya le había tocado la espalda con su mano derecha. Casi al instante después de haberlo tocado, se produjo un fenómeno que tomó por sorpresa no solo al dragón, sino a todos los presentes, que quedaron atónitos con lo que estaban viendo. Todos fueron testigos de cómo empezaron a aparecer cortes por todo el cuerpo del dragón; se pudo ver cómo se filtraba la sangre por las heridas que habían aparecido de repente. Fue un fenómeno curioso que sembró muchas dudas en todos los presentes, ya que no se habían utilizado armas para crear tal cosa; la aparición de las heridas fue casi instantánea. Solo podían ver cómo fluía a montones la sangre de una de las criaturas más poderosas del mundo.

¡Ugh!

Se pudo escuchar el gemido de la criatura. Esta cayó al suelo sin oponer resistencia, y era normal que esto pasara; después de todo, se habían comprometido muchos nervios y la mayoría de los músculos habían sido cortados internamente, y si se tenía en cuenta el hecho de que incluso se cortaron partes del corazón y el cerebro, era normal esperar que esto pasara. La intención del chico de cabello blanco nunca fue dejar que se marchara esta existencia, pero si en realidad era capaz de sobrevivir a esto, sin lugar a dudas cumpliría su promesa, dijo el chico en voz alta para que todos escucharan.

"Al final, solo eras un pequeño dragón", declaró el chico con arrogancia. La realidad era que él no quería luchar contra este individuo, ya que sabía que este tipo no tenía nada que ver con los invasores que buscaban la vida de la niña elfo, pero al mismo tiempo sabía que este tipo podía causar grandes problemas. La única razón por la que pudo derrotarlo fácilmente fue porque estaba dentro de la autoridad; si se tratase de un combate frente a frente, sin la ayuda de una autoridad, su derrota estaba garantizada; ese dragón lo superaba en casi todo: fuerza, velocidad, defensa, agilidad, experiencia. La única cosa en la que tenía confianza en que podía superarlo era en cantidad de maná.

El comentario que había soltado fue escuchado por todos los presentes; la idea principal detrás de este comentario era que quería infundir miedo y respeto; no quería verse débil ante la familia real y mucho menos ante esa gran bestia que parecía un lobo gigante. Habló el chico mientras miraba al dragón que había sido reducido.

"Aunque debo reconocer tu valentía; no cualquiera se atrevería a oponerse a mí", declaró el chico de cabello blanco. La familia real y la bestia divina no sabían que el chico estaba fanfarroneando; la realidad era que no podría volver a activar su autoridad, ya que de hacerlo se quedaría sin maná; él había abusado completamente de su poder, se había excedido completamente. Aunque la culpa la tuvo Gardolak; él lo había obligado a ejercer demasiada fuerza, y el gasto de maná que tuvo fue masivo. En estos momentos solo le quedaban energías para activar una vez más su autoridad. Después de unos cuantos segundos de observar al dragón que aparentemente había sido asesinado, el chico de cabello blanco se dio cuenta de una cosa.

"¿En serio sigues vivo?", dijo en voz alta el chico de cabello blanco y ojos azules. Sus palabras hicieron que todos los presentes fijaran su mirada en el dragón que yacía en el suelo, aparentemente muerto, pero todos ellos pensaron que era imposible que algo pudiera sobrevivir con tales heridas.

"Interesante; sin lugar a dudas he aprendido algo nuevo el día de hoy. Para la próxima no voy a subestimar el corazón de un dragón."

El chico podía ver que el corazón del dragón estaba palpitando; era tan leve que era difícil identificar tal fenómeno. Al notar esto de inmediato habló, mientras giraba su cabeza hacia Angrod.

"Este sujeto está vivo; dejaré que ustedes decidan si lo van a dejar vivir o lo dejarán morir. De ahora en adelante está en sus manos."

Después de que el chico de cabello blanco declarara eso, inmediatamente levantó su mano derecha y chasqueó los dedos de su mano. Y casi al instante, el mundo que se había vuelto blanco rápidamente desapareció; el mundo nuevamente había tomado su color original. Todos habían regresado al bosque en el que estaban. Todos pudieron darse cuenta de que ya no había dos chicos de cabello blanco; ahora solo quedaba uno, y era el mismo que había atacado al dragón por la espalda. Justo cuando la familia real empezaba a relajarse, el chico de cabello blanco giró su cabeza hacia la gran bestia parecida a un lobo y preguntó en tono amenazante:

"¿Deseas luchar contra mí?"

Con la sola pregunta que fue formulada por el chico, todos pudieron sentir que la tensión se había elevado nuevamente. El chico estaba mirando a la bestia con una mirada fría e indiferente. Fanaryss no sabía la razón de por qué ese chico estaba preguntando eso, pero de igual forma decidió contestarle con una pregunta.

"¿Qué harás si te digo que sí?"

"Te voy a matar de una forma horrible que ni siquiera serás capaz de imaginarte", declaró el chico mientras miraba hacia arriba a la enorme bestia. La razón detrás del por qué el chico estaba tan amenazante se debió a que él había estado leyendo la mente de la bestia, y esta misma parecía tener ganas de luchar contra él.

"Qué interesante; tienes mucha confianza a pesar de haber utilizado una gran cantidad de energía. Sé que mantener una autoridad por tanto tiempo consume grandes cantidades de maná. Aunque no pude medir cuánta energía gastaste, sé que tuvo que ser bastante, ¿pero aun así tienes confianza en poder enfrentarte a mí después de luchar con ese dragón?", Fanaryss estaba segura de que al chico no le quedaba mucha energía; él ya tenía que estar cerca del límite.

"No tengo el más mínimo problema en darte una paliza; de hecho, es muy beneficioso para mí. Después de que te mate, me voy a hacer un abrigo con tu piel", declaró el chico con una voz fría e indiferente. Esa declaración hizo que la bestia divina esbozara una extraña sonrisa en su rostro bestial.

"Eres un ser de lo más interesante. Pero no te preocupes, no voy a luchar contra ti en este momento. Además, no tengo una razón para hacerlo; solo me dejé llevar un poco. Pero, al menos, contéstame una pregunta: ¿te consideras el más fuerte?", Fanaryss preguntó; tenía dudas con respecto a eso. Ese individuo era sin lugar a dudas arrogante; quería saber si reconocía a alguien como el más fuerte, o a sí mismo. Pero lo que soltó el chico de su boca hizo que se le crisparan los pelos de la espalda.

"Por desgracia, no soy el más fuerte; hay varios sujetos que me superan en gran medida." El chico estaba hablando de aquella existencia encerrada en la biblioteca y de aquella existencia que logró encerrar a Gárdolak.

"Entiendo; ¿y esos sujetos que consideras como más fuertes que tú son tus amigos o tus enemigos?"

"¿Para qué quieres saber eso?", preguntó el chico en voz fría; su humor estaba empeorando con cada segundo que pasaba. Se tenía que ir a dormir pronto; después de todo, él ya podía sentir las secuelas de la batalla; su cuerpo y alma exigían un descanso.

"Solo es por pura curiosidad; no todos los días me encuentro con un tipo tan raro."

"Esos tipos no son ni mis amigos ni mis enemigos. Aunque la verdad, será mejor que no nos crucemos en un futuro, porque eso podría cambiar."

Después de que el chico de cabello blanco y la bestia divina terminaron de hablar, Angrod intervino; parecía haber hablado con su hijo y habían tomado una decisión con respecto al dragón que yacía moribundo en el suelo. La decisión que tomaron no le sorprendió para nada al chico; por el contrario, una sonrisa se le había dibujado en el rostro. Después de todo, la familia real había decidido que ayudarían al dragón que se estaba muriendo lentamente. El chico de cabello blanco trató de decir unas palabras a los dos, pero por desgracia el chico escuchó una voz dentro de él:

- SE SUPERO EL LÍMITE. SE PROCEDERÁ A HIBERNAR. DURACIÓN: 30 DÍAS.

El chico entendió rápidamente lo que estaba pasando, y antes de que cayera dormido sin poder hacer nada, le dijo a la pequeña niña que lo miraba con ojos tiernos:

"Toma el cubo negro y no te separes de él; bajo ninguna circunstancia dejes que otras personas lo toquen; solo tú tienes permiso."

La niña que escuchó las palabras de aquel chico no logró entender de lo que estaba hablando, pero no pasó mucho tiempo para que pudiera entender a qué se refería. Ella fue testigo, al igual que los demás, de cómo el chico de cabello blanco desapareció instantáneamente, y en su lugar había aparecido un cubo negro. Este acontecimiento los había dejado sorprendidos a todos.