Desde mi llegada a este mundo, cosas horribles me han pasado una tras otra. Las primeras personas que conocí resultaron ser basuras de la peor calaña; estaban dispuestos a raptar a niños indefensos para su propio beneficio, y ahora me había topado con un grupo de lunáticos dispuestos a asesinar a una niña inocente. Este mundo estaba tan podrido como mi anterior mundo.
La escena que mis ojos veían después de pasar la puerta era algo que no debería pasarle a ninguna madre: ver cómo tu pequeña hija muere lentamente en tus brazos, sentir cómo tu hija pierde calor corporal rápidamente, ver cómo la sangre de tu amada hija se derrama lentamente y que no seas capaz de hacer nada para ayudarla.
La escena que mis ojos veían llenaba mi mente. La rabia que guardaba dentro de mí tenía ganas de salir y hacer pedazos al causante de esta tragedia, pero gracias a una voz que interrumpió mis pensamientos, logré recuperar rápidamente la cordura.
"¿Qué pasó con los invasores?"
Era Angrod. En sus ojos de color dorado se notaba su rabia; estaba más que claro que quería ir a matar a los causantes de este incidente. Para su mala suerte, ellos ya no se encontraban en este palacio. Respondí mientras lanzaba algo hacia Angrod:
"Se escaparon dos".
Angrod atrapó rápidamente lo que le arrojé, y después de mirarlo en detalle, reconoció a quién pertenecía la cabeza:
"Eldarion".
Angrod se sintió decepcionado; él quería ser quien le quitara la vida a Eldarion, quería hacerlo sufrir lenta y dolorosamente, pero eso ya no podía ser; ya no sería capaz de cobrar venganza contra él. Una voz infantil llenó la habitación:
"¿Quién se atrevió a dañar a la niña elfo?"
Una pregunta, solo era una pregunta, pero los presentes no lo sintieron así; había algo siniestro en el pequeño ser al que miraban. Todos los presentes sintieron escalofríos recorrer sus cuerpos; esto solo duró un segundo.
"Fue este bastardo", dijo Angrod mientras miraba la cabeza que sostenía con su mano.
"Entiendo".
Sin perder tiempo, caminé hacia donde había una mujer que sostenía a una pequeña niña en sus brazos. Nadie se atrevió a detenerme mientras caminaba hacia donde se encontraba la niña elfo, y la verdad hicieron bien en no meterse en mi camino. Si alguien hubiera tratado de detenerme, lo habría convertido en carne molida en cuestión de segundos. Cuando llegué frente a Eryn, que sostenía entre sus brazos a la niña elfo, ordené:
"Entregámela".
No recibí una respuesta de Eryn; parecía no escuchar mis palabras. Estaba más que claro que ella no se encontraba en su estado mental normal. Sin perder tiempo, activé 'Mover' y le arranqué de los brazos a la niña elfo. Al hacer esto, Eryn reaccionó e intentó tenerla de vuelta, pero un escudo se formó a su alrededor impidiéndole acercarse a la niña elfo. Todos los presentes solo se limitaron a observar, incluido Angrod; parecía que no querían ofenderme de ninguna forma. En la habitación solo se escuchaban los gritos de Eryn, pero los ignoré por completo y me concentré en la niña que flotaba en el aire frente a mí.
"¿Qué demonios es esta cosa?"
Había una especie de daga con una hoja negra incrustada en el pecho de la niña elfo. La sangre empapaba el pequeño cuerpo de la niña. Lo que llamó mi atención fue la daga; dentro del metal de la daga había un ser de lo más extraño escondido. El detalle no estaba solo en el ser; esa cosa estaba repeliendo el mana circundante y se alimentaba de la sangre de la niña elfo; esa cosa la estaba devorando. Todos parecían creer que la niña elfo había muerto, pero desde que puse un pie en esta habitación lo vi: su corazón aún se mueve y su cuerpo aún muestra signos de vida. Sus señales son leves, y eso es más que suficiente para mí. Esa daga, sin lugar a dudas, quería hacernos creer que la niña estaba muerta para darse un festín. Después de revisar todo el cuerpo de la niña elfo con mi 'Ojo demoníaco', le hablé al extraño ser:
"Oye tú, la cosa que parece una daga, retira tu poder o te voy a comer".
Ante mis palabras, todos pusieron diferentes caras; era obvio que no sabían a qué me refería.
"Bueno, no ruegues por clemencia más tarde".
Después de decir esas palabras, cerré mis ojos y murmuré:
"Mundo del Mentiroso".
El mundo cambió en un instante. La habitación en la que habíamos estado hace un segundo no se veía por ningún lado. Lo que apareció ante los ojos de todos fue un espacio completamente blanco. Todos los presentes lo sintieron al instante: en ese lugar solo eran personas normales; el maná no existía en ese lugar para que ellos pudieran usarlo; sus habilidades no funcionaban; su maná interno no funcionaba para potenciar sus habilidades físicas; solo eran elfos comunes y corrientes. Una voz infantil habló en ese momento, sacando a todos los presentes de sus pensamientos:
"No se preocupen, podrán usar maná cuando salgan de aquí".
La pequeña voz les confirmó a todos que él fue el causante de tal situación. Angrod preguntó con un ligero tono de tristeza en su voz:
"¿Qué tratas de hacer con el cuerpo de mi nieta? Ella ya está m-?"
"No rescaté a la niña elfo porque buscara alguna ganancia; la rescaté simplemente porque consideré que era lo correcto. No me tomé el tiempo de ayudarla solo para que alguien más tarde la matara. Esta niña vivirá, pase lo que pase".
Después de decir esas palabras, escuché el reporte de D:
- ANÁLISIS COMPLETO. ME ENCARGARÉ DEL RESTO.
Al escuchar la típica voz de D, una sonrisa se escapó de mi boca mientras miraba a la niña elfo frente a mí. Poco después, mi cuerpo comenzó a moverse solo; mi mano derecha se levantó y el cuerpo de la niña elfo se elevó hasta el nivel de mi estómago, y pronto mi mano tocó la daga. Cuando mi mano entró en contacto con la daga, esta casi de inmediato comenzó a repeler mi mano. Todos vieron cómo mi mano derecha rápidamente fue quemada por oponerse a tal energía; la sangre salía a chorros de mi mano; era obvio que la daga estaba impidiendo mi sanación. La bastarda, sin lugar a dudas, tenía un buen poder, pero su resistencia duró poco; solo me tomó 5 minutos restringir por completo la habilidad de la daga, y cuando mi mano por fin empuñó la daga correctamente, esta desapareció; D la había enviado al cubo para comenzar su tortura. Ahora que la daga había dejado el cuerpo de la niña elfo, era tiempo de tratar con el problema real. Mi mano derecha fue colocada en el pecho de la niña elfo.
- REPARADOR NO SERÁ SUFICIENTE PARA SALVARLE LA VIDA. SE LE SUMINISTRARÁ ENERGÍA VITAL ALMACENADA EN EL CUBO.
'Haz lo que tengas que hacer'.
- ENTENDIDO.
Seguido de la respuesta de D, una cantidad insana de energía vital comenzó a salir de mi cuerpo, o más específicamente del cubo. Toda esa energía estaba siendo transferida a la niña elfo. No habían pasado ni 10 segundos y su cuerpo, que antes estaba extremadamente blanco, comenzó a recuperar color. Esto no pasó desapercibido por Angrod y por los demás; todo lo que podían hacer era mantener sus bocas abiertas y aguantar la respiración. Después de 5 minutos de arduo trabajo, D reportó:
- ENERGÍA VITAL DEL INDIVIDUO SE HA RESTAURADO.
- SE PROCEDERÁ A USAR LA CARACTERÍSTICA 'REPARADOR' EN EL INDIVIDUO.
'Hazlo'.
La herida que quedaba en el pecho de la niña elfo desapareció en un instante; era como si tal herida nunca hubiera existido. Todo el daño que sufrió la niña elfo fue reparado con éxito, y cierta energía extraña dejada atrás por la daga fue quemada por la cantidad insana de vitalidad. Ahora todos podían escuchar la débil respiración de la niña.