El grupo de elfos que volaban a grandes velocidades sintió la fuerte onda en la distancia. Poco después, sintieron que las gruesas paredes del palacio temblaban; entre más tiempo pasaba, se podía sentir que las vibraciones aumentaban, y dos energías llenaban el aire. Una de las energías estaba en su estado natural, pero la otra energía parecía estar contaminándola. Habló el elfo de cabello rubio y ojos color avellana:
"No sabía que el maná natural se podía usar de esa forma."
Eru estaba sorprendido. El invasor era, sin lugar a dudas, peligroso. Desde que lo vio, supo que él era el líder; su instinto le decía que tuviera cuidado con esa esfera negra que se formó en su dedo. Esa esfera contenía suficiente energía para hacer pedazos todo a su alrededor. Si no fuera por ese ser que los alejó de la zona, habrían quedado en medio de la colisión. Ya estaban lejos, pero era difícil incluso respirar por culpa de la energía oscura que se desplazaba por el aire. No quería ni imaginar qué se sentía estar en el lugar donde se originó tal energía. Respondió un elfo alto que tenía una herida en su costado; parecían haberlo apuñalado en ese lugar:
"Usar el maná natural de esa forma es ineficaz."
"¿Entonces dices que ese ser perderá?"
"Es probable que se quede sin maná primero, aunque dudo que caiga fácilmente."
"¿En qué te basas para decir que no caerá tan fácilmente?"
"Ese elemental nos ha estado jodiendo desde hace algún tiempo, y según tengo entendido, derrotó fácilmente a Idril."
"¿Qué?"
"Es tal como dije; según lo que escuché, Idril perdió contra él."
"¿Quieres decir que esa cosa es un elemental?"
"Según las palabras del señor Angrod, lo es."
Eru no sabía en qué se basó su maestro para decir que ese ser era un elemental. Esa cosa no tenía pinta de ser un elemental; tenía más bien la forma de un monstruo.
"¿Entonces es un aliado?"
"No."
"¿Entonces por qué nos ayuda?"
"No lo sé; solo sé que tenemos órdenes de no molestar a ese elemental bajo ninguna circunstancia."
"¿Esa orden la dio el rey?"
"No; fue su padre."
Eru estaba aún más sorprendido por lo que escuchó. Para qué su maestro Angrod diera tal orden, ¿Qué tan peligroso era ese ser? Mientras hablaban, notaron que la presión que emitía el invasor aumentaba con cada segundo que pasaba. Esto preocupó a todos; si ese ser era derrotado, volverían al punto de partida. Eru notó que la velocidad a la que se movían disminuía cada vez que la presión que emitía el invasor aumentaba. Era obvio quién tenía la ventaja. Después de un rato, sus cuerpos finalmente descendieron al suelo. Al notar esto, habló el elfo alto que estaba herido:
"Parece que se quedó sin energía."
"Debe estar pasándola mal. Ese tipo con el que lucha no es una broma; su atributo es, sin lugar a dudas, la oscuridad."
"No es tan simple como eso."
"¿Qué quieres decir con eso, Keijo?"
"El bastardo que levantó la barrera puede controlar a los muertos."
Ante esas palabras, la cara de Eru se endureció; su rostro se puso extremadamente serio. Solo había una cosa que conocían que podía hacer que un muerto se levantara y luchara como si estuviera vivo. Preguntó Eru, con voz preocupada:
"¿Ha aparecido un lich?"
"Sí; y el mejor escenario que me imagino sería que el elemental derrotara a ese invasor. En cuanto al peor escenario... bueno, solo imagínense que el invasor derrota al elemental y lo logre controlar de alguna forma."
Las palabras de Keijo dejaron fríos al grupo de elfos que corrían. El solo pensamiento les puso la piel de gallina. Dijo Eru:
"Ese sería un gran problema; sin embargo, primero debemos garantizar la seguridad de la familia real."
Con esa declaración, todos estuvieron de acuerdo y pronto aumentaron la velocidad a la que corrían.
Dentro de un cráter gigantesco se podían ver dos figuras. Una de las figuras respiraba con dificultad, y la otra solo observaba al individuo que jadeaba. La persona que jadeaba habló:
"¿Cuánta energía tienes, bastardo?"
"La suficiente para matarte varias veces, qué idiota. Debiste dar media vuelta y tratar de escapar."
"Esa cantidad de maná no es normal."
"Bueno, basta de charla. ¿Qué otro poder vas a lanzarme? Ya usaste tu rayo de energía y no sirvió para nada. ¿Qué otra cosa me vas a mostrar?"
El tipo de la máscara falló en acabar conmigo. Parecía que ya no podía sacar más poder; usó mucha energía en el ataque anterior. El rayo de energía oscuro, de un momento a otro, se debilitó y se fue encogiendo. Hice lo mismo con el mío; si no lo hacía, dudaba que quedara algo de él.
- EL ANÁLISIS ESTÁ COMPLETO. EN EL CORAZÓN SE ENCUENTRA LA FUENTE DE SU ENORME PODER. SE DETECTARON MÚLTIPLES HECHIZOS ALREDEDOR DE LA FUENTE; LA MAYORÍA SON RESTRICCIONES, Y LOS DEMÁS SON PARA OCULTAR LA FUENTE.
'Ya veo. Por eso no podía ver su corazón.'
- CORRECTO.
'¿Qué dices, D? ¿Matamos al bastardo?'
- NO SE RECOMIENDA VOLVERSE EL BLANCO DEL SER LLAMADO GARDOLAK.
'Tienes razón. Mejor dejemos que alguien más lo mate por nosotros.'
Ya había tomado la decisión de no matar al enmascarado; no tenía ganas de ganarme un acosador llamado Gardolak. Sin perder el tiempo, me empecé a acercar a él. Mi cuerpo actualmente no tenía ni una sola herida externa, pero internamente aún me dolía todo, y ese dolor empeoraba con cada segundo que pasaba cerca de ese poder oscuro. La primera cosa que se me ocurrió fue activar mi autoridad, pero después de pensarlo bien, desistí de la idea. Decidí guardarla para cuando estuviera a punto de morir en manos de alguien. Llegando frente al sujeto en cuestión, me paré y nos miramos cara a cara. Los ojos de él irradiaban determinación; no sabía sus motivaciones; parecía listo para arrastrarme con él a lo más profundo del infierno. Con una sonrisa, le dije:
"Te perdono por haberme confundido con una niña."
Sus ojos se abrieron de par en par; parecía que mis palabras lo habían sorprendido, aunque esa era la idea. Sin pensarlo dos veces, usé 'impulso de viento', 'corazón de hielo' y 'piel de hierro' simultáneamente. En un instante, me disparé hacia él y le clavé mi mano derecha en el lugar donde debía estar su corazón. Él apenas y pudo reaccionar a mi ataque; ya era tarde para esquivar.
"Ugh, tú..."
"Me quedaré con esto. Considéralo como el pago por perdonarte la vida."
Aprete con fuerza y agarré algo duro que se encontraba en el pecho del sujeto enmascarado. Sin perder tiempo, lo arranqué de su pecho; un corazón negro fue sacado de su pecho.
"¿Qué corazón tan horrible tienes."
"¿Tú... tú... ¿cómo...?"
Me alejé rápidamente del sujeto. En mi mano derecha había un corazón que emitía una energía mortífera. La energía rápidamente trató de entrar por mis poros; estaba más que claro que ese corazón me quería devorar de alguna forma. Sin perder tiempo, lo guardé en el cubo. Al guardarlo, recibí casi al instante múltiples reportes:
- ENERGÍA ANORMAL DETECTADA.
- UNA ENTIDAD DESCONOCIDA INTENTA TOMAR EL CONTROL DE NUESTRO SER.
- SE HA DETECTADO UNA AUTORIDAD.
- LA AUTORIDAD YA TIENE NOMBRE: 'LA MUERTE'. NO ES POSIBLE REPLICAR DICHA AUTORIDAD.
'¿Tiene voluntad ese corazón?'
- SÍ. EL PODER QUE SE ENCUENTRA DENTRO DEL CORAZÓN PARECE ESTAR CONECTADO A UNA ENTIDAD EXTREMADAMENTE PODEROSA.
'Jajaja, ¿y eso qué me importa a mí? Empieza a aprender todo lo que puedas de ese poder y no dejes que nada raro entre en nosotros. Si no puedes replicar la autoridad, solo toma lo que sí se pueda replicar.'
- ENTENDIDO. TOMARÁ ALGÚN TIEMPO. EL CORAZÓN EN SÍ ES UNA ESPECIE DE RESTRICCIÓN QUE EVITA QUE LA EXTRAÑA ENTIDAD TOME EL CONTROL. EL VERDADERO PODER SE ENCUENTRA EN LO PROFUNDO.
'Haz lo que tengas que hacer. No todos los días nos encontramos con este tipo de poder.'
- ENTENDIDO.
Después de guardar el corazón negro en el cubo, miré al sujeto enmascarado. Él se estaba agarrando el agujero en su pecho. Por lo general, una persona normal se hubiera muerto si se quedaba sin corazón, pero ese tipo, para empezar, no sangraba; su cuerpo era de lo más extraño; era como si ya estuviera muerto. Le dije al sujeto, en tono de broma:
"¿Así que la razón por la que no usaste todo ese poder se debía a que la entidad conectada a ese poder estaba tratando de controlarte?"
La cara de Aris se frunció. Originalmente había planeado acabar con el humano en un minuto, pero para su sorpresa, cierto ser lo atacaba desde su mente entre más poder usaba. No le quedó de otra que regular el poder para evitar que él tomara el control, pero eso ya no importaba; su poder había sido robado. Aris soltó un suspiro para calmarse; era obvio que esta era su derrota.
"Lo admito, eres fuerte. Te subestimé demasiado."
"Bastante tarde te diste cuenta."
"¿Y qué harás ahora? ¿Matarme?"
"Ya te dije que te perdonaría la vida a cambio de este poder."
"¿Sabes lo peligroso que es ese poder?"
"Jajaja. El hecho de que tú no puedas controlarlo no significa que yo no pueda."
"Tomaré a mis compañeros y me iré. Entonces, la misión fracasó."
Aris concentró la energía residual oscura que quedaba en su interior y, con un movimiento de su mano, el espacio se distorsionó y aparecieron dos figuras que se veían notablemente heridas. Habló Eldarion casi al instante:
"Aris, regrésanos. Casi conseguimos acabar con la princesa de los elfos."
Lo primero que dijo Eldarion fue que casi habían asesinado a la princesa de los elfos. Esto no pasó desapercibido por cierto humano de cabello blanco. Dijo el humano:
"¿Qué fue lo que dijiste?"
Eldarion notó demasiado tarde a la pequeña figura que lo miraba en la distancia. Cuando lo vio, maldijo internamente y rápidamente miró a Aris y preguntó:
"¿Aris, ¿por qué aún sigue vivo ese tipo?"
"Eldarion, cállate. Nos retiramos."
"¿Qué le pasó a tu pecho, Aris?"
"Nadie se va a ningún lado hasta que yo lo permita."
La voz infantil vino acompañada por una presión demencial que les dificultaba la respiración. La pequeña figura de cierto niño irradiaba maná en grandes cantidades, aunque en esta ocasión el maná no estaba oculto; por lo tanto, las personas podían sentir la inmensidad de dicho poder. La pequeña figura preguntó; su sonrisa habitual no se veía por ningún lado:
"¿Ustedes vinieron a asesinar a la niña elfo?"
Con esa simple pregunta, un silencio mortal cayó en los alrededores. La presión ejercida por la pequeña figura aumentaba con cada segundo que pasaba. Pronto, una respuesta entró en sus oídos:
"Sí, vinimos a acabar con la vida de esa niña."
"Dame una buena razón para que no los convierta en carne molida."
Los tres individuos lo sintieron: una mala respuesta, y todo acabaría para ellos. Respondió Aris, como si no estuviera bajo ninguna presión:
"Ciertos individuos quieren a la princesa muerta, ya que le temen a su poder. Nosotros hicimos un trato con ellos. Eso es todo lo que puedo decir."
"Esa no es una razón válida. Quiero una buena razón para no acabar con ustedes aquí y ahora."
"No hay más nada que decir."
"Jajajajaja. Ya veo. Entonces, se las pondré fácil. Uno de ustedes se quedará en este lugar; digamos que será el sacrificio para que el resto escape. Tomen una decisión; debería ser fácil para ustedes decidir; después de todo, les resultó muy fácil tratar de matar a una niña inocente."