—¿Podría ser que... mi alma divina pueda romper las ataduras del Dao Divino? —pensando hasta aquí, Ye Yuan casi saltó.
Muy claramente, su alma divina produciendo un cambio anormal fue debido al estudio de las inscripciones divinas. Entonces, ¿podría ser que cuando su comprensión de las leyes del Dao Divino se profundizara más y más, llegaría eventualmente el día en que podría romper hacia el Reino de la Deidad? —pero muy rápidamente, Ye Yuan negó esta noción.
En estos 100 mil años, aunque no habían aparecido más Potencias del Reino de la Deidad, la investigación de los artistas marciales hacia el Dao Divino nunca se había detenido.
—¡Los que investigaban las inscripciones divinas absolutamente no eran solo él, Ye Yuan! —Ye Yuan incluso sentía que la razón por la cual los Diez Grandes Reyes Divinos podían alcanzar tales alturas era probablemente, en gran medida, debido a la comprensión de las inscripciones divinas.
Sin embargo... aún no lograron romper hacia el Reino de la Deidad.
