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—¡Estruendo!
¡La mitad de la pared detrás de Gu Yue colapsó con un estruendo!
Pero las cejas de Jian Wushuang se fruncieron ligeramente Su rostro llevaba un atisbo de sorpresa mientras decía:
— ¡Fundiéndose con el cielo y la tierra!
Y justo entonces, la figura de Ye Yuan apareció lentamente no muy lejos Su mano todavía agarraba el cuello de Gu Yue.
Ye Yuan soltó su mano, y Gu Yue cayó de golpe al suelo Sus dos ojos estaban bien abiertos Claramente, todavía no había vuelto en sí.
Ese instante justo ahora, incluso pensó que estaba muerto sin dudas.
Ahora, sabía que había apostado correctamente.
—¡El Señor Qingyun Zi realmente hizo un movimiento y lo salvó! —exclamó Gu Yue internamente.
—¡Bastante bien hecho! —La voz despreocupada de Ye Yuan llegó a sus oídos, parecida a una melodía celestial.
En ese momento, Ao Qian y los demás también salieron en un instante, y se guardaron alrededor de Ye Yuan.
