Jun Tianyu miró aquellas esculturas, con una expresión de asombro en su rostro.
Si no fuera porque Ye Yuan lo dijo, él no habría pensado en esta dirección en absoluto.
Pero ahora, cuanto más miraba, más sentía que lo que Ye Yuan decía era cierto.
¡Estas esculturas eran seriamente demasiado realistas, vívidas hasta parecer exactamente como una persona real!
Las expresiones de estas bellezas eran notablemente realistas hasta ser indistinguibles del original. Era muy difícil para Jun Tianyu imaginar qué tipo de artesano sería capaz de esculpir esculturas tan vívidas.
Sólo había una posibilidad: ¡estas eran todas personas vivas!
—Pero los cuerpos de estas estatuas son todos helados, muy similares a la piedra —Jun Tianyu todavía dijo con algo de incredulidad.