—¡Matar! ¡Todos ustedes son demonios! ¡Voy a matarlos!
Cuando Gu Qing descubrió que venía gente, inmediatamente se volvió increíblemente violenta, usando toda su fuerza para intentar librarse de las cadenas de metal.
Al ver esta situación, las cejas de Ye Yuan también se fruncieron ligeramente.
—Chico, ya he preparado el Incienso para el Alma de los Sueños para ti. ¿Lo harás tú mismo?
Mientras decía esto, He Shuming le lanzó a Ye Yuan un pequeño incienso.
Pero Ye Yuan no extendió la mano para atraparlo, permitiendo que ese pequeño incienso cayera al suelo.
El Incienso para el Alma de los Sueños era un tipo de aromático que podía hacer que la gente entrara en sueño. Tenía la función de apaciguar el alma y el espíritu. La enfermedad de Gu Qing era difícil para los alquimistas tomarle el pulso. Este Incienso para el Alma de los Sueños naturalmente venía bien.
Al ver a Ye Yuan así, He Shuming se enfureció. —¡Muchacho, cuál es el sentido de esto?