—¡Zhao Tianyin, sal para mí!
¡En el cielo sobre la Capital Central, una figura estaba parada en el aire!
La voz de Ye Yuan era como un trueno retumbante, extendiéndose instantáneamente por toda la Capital Central.
Ye Yuan atravesó directamente la gran formación protectora de la ciudad y entró en la capital.
Esta vez, no necesitaba ser furtivo como la última vez. ¡Ahora tenía la fuerza para enfrentar a Zhao Tianyin!
Este aullido de Ye Yuan inmediatamente atrajo la atención de todos.
—Esto . . . ¿Quién es esta persona? Para atreverse a decir directamente el nombre de Su Majestad sin honoríficos. ¿Quiere morir?
—¡Idiota! ¡Este chico viene claramente con malas intenciones! Si no es un tonto, entonces tiene verdadera habilidad. ¿Crees que quiere morir o no?
