Apenas hace un momento, el lado del clan del oso estaba preparado para morir ya.
Cuando Zi Feng de repente perdió los estribos, supieron que no podían arrastrar más la situación.
Pero esta voz, claramente muy áspera, era como una melodía celestial.
Sin embargo, cuando Zi Feng escuchó esta voz, su expresión cambió. Enfocando la mirada y observando, solo para ver dos siluetas apareciendo frente a todos.
—Je. Tú, hediondo dragón inundación púrpura. ¡Muy hábil en saquear una casa en llamas! —Xiong Zhan se colocó frente a Zi Feng, su aura aparentemente amenazadora.
¿Cómo podía seguir teniendo el más mínimo indicio de estar en un estado enfermizo actualmente? ¡Todo su espíritu, qi y vitalidad alcanzaron el estado máximo! Aparte de estar un poco más delgado que antes, su estado era indescriptiblemente bueno.
Viendo esta escena, Xiong Tie no pudo evitar mirar a Ye Yuan al lado de Xiong Zhan con asombro, sus ojos llenos de admiración.
