Xiao Ruyan recibió la tablilla de jade con vacilación; su expresión era bastante ausente.
Aceptó reconocer a Ye Yuan como su Maestro por motivos ocultos, y no era para realmente aprender algo.
No pensó que Ye Yuan realmente preparara un regalo de reconocimiento de maestro para ella.
—Échale un vistazo. Maestro preparó un conjunto de encantamiento de cultivo del alma y dos conjuntos de artes de refinación para ti. Tienes que estudiarlos bien en el futuro —dijo Ye Yuan con una sonrisa tenue.
Xiao Ruyan sumergió su sentido divino en la tablilla de jade como se le indicó y comenzó a revisar.
Esta escena parecía extremadamente cómica en los ojos de todos.
El reino del alma divina de Ye Yuan era más o menos el mismo que el de Xiao Ruyan; ambos Grandes Maestros de Alquimia de Alto Rango. Ahora, Ye Yuan quería tomar a una chica cuya fuerza era relativa a la suya como su discípula. No importa cómo se vea, era algo extraño.