—El corazón de Zhao Chenggan nunca había latido tan ferozmente como ahora.
—Sentía que su propio corazón estaba a punto de explotar.
En el silencio, cada segundo se sentía como un año para Zhao Chenggan.
—Ya lo sé —esa voz fría sonó de nuevo.
Todo el cuerpo de Zhao Chenggan se estremeció. El sudor frío ya había empapado todo su cuerpo —¡Por favor, dicta un castigo, Padre! No pensé... no pensé...
—Esta fue una prueba que este Emperador te dio. ¡Para que pudieras llegar aquí, ya has pasado la prueba!
Cuando Zhao Chenggan escuchó estas palabras, sintió como si su alma divina estuviera a punto de abandonar su cuerpo. No había palabras más agradables que estas.
Como el único poderoso del Reino Infinito del Mundo del Viento Furioso, incluso un tonto conocía el terror del Emperador del Viento!
Pero Zhao Chenggan era aún más consciente de que el terror del Emperador del Viento no era solo fuerza. ¡Este propio individuo era lo más aterrador!