—¡Ah! ¿De dónde salió este pequeño tigre blanco? ¡Qué adorable! Ven, ¡deja que Hermana Mayor te abrace!
—Jeje, mira, se enojó. ¡Hasta su aspecto enojado es tan lindo!
—Jeje, este Señor, ¿este es su pequeño tigre blanco? ¿Me lo prestaría para jugar un par de días?
Desde ayer en adelante, Luz Blanca se convirtió en un hermoso atractivo en la Mansión Xiao. No importaba a dónde fuera Ye Yuan, se convertiría en el centro de atención de todos.
Especialmente estas señoritas y doncellas, cuando veían a Luz Blanca, cada una de ellas quedaba paralizada en el suelo y no podía resistirse a acercarse para molestarlo.
Pero Luz Blanca no le gustaba el afecto de otras personas. Cada vez que la gente se acercaba, adoptaba una postura que mantenía a las personas a mil millas de distancia y les enseñaba los dientes.
Sin embargo, cuanto más lo hacía, más adorable le encontraban estas señoritas y doncellas.