—Ye Yuan agitó sus manos y dijo sonriendo —No voy a discutir contigo.
—Sin esperar a que el patriarca suspirara de alivio, Ye Yuan dijo sin prisa —Pero . . .
—El patriarca tragó saliva y siguió con cautela —¿Pero qué, Pequeño Hermano?
—Los ojos de Ye Yuan se dirigieron hacia el Maestro Dao Yuan y Zhu Shan con malas intenciones y dijo con una sonrisa —¡Pero quiero ser meticuloso con ellos!
—Cuando Dao Yuan y Zhu Shan escucharon las palabras de Ye Yuan, ¡sus expresiones cambiaron!
—El patriarca dijo apresuradamente —Pequeño Hermano, justo ahora, ¡somos nosotros quienes tenemos ojos pero no reconocimos el Monte Tai! ¿Por qué una gran persona como tú no deja de lado las quejas por errores pasados? El Maestro Dao Yuan y el Anciano Zhu Shan también lo hicieron pensando en Li Yang; por eso te impidieron tocarlo. Qué tal si, cualquier solicitud que tengas, solo dila, Pequeño Hermano. Mientras nuestra Tribu Danzante de las Nubes pueda cumplirla, ¡definitivamente no diremos que no!
