Cerrando sus ojos, lo que sucedía alrededor estaba impreso dentro del alma divina de Ye Yuan mientras aparecían detalles extremadamente finos.
La órbita de las 18 marionetas de espada, Mei Zhen, Mo Yuntian, Ti Wujiu, Tian Yu, Pang Wannian...
¡Todo esto y todo lo demás eran tan claros!
Los rastros originalmente inaprensibles parecían tan claros ahora. Era como si todo el mundo se hubiera ralentizado.
Sin saberlo, el Estado del Corazón Como Agua Tranquila de Ye Yuan se elevó nuevamente.
Una respiración, dos respiraciones, tres respiraciones...
El tiempo se escurrió. Sólo sin la contención de Ye Yuan, Mei Zhen sintió la increíble presión sobre él.
Sus nervios estaban heridos al límite, y no se atrevía a relajarse en lo más mínimo. Porque cualquier relajación podría costar la vida de un discípulo.
Cada respiración, Mei Zhen sentía que era tan prolongada como un siglo.