Henry había caminado temblorosamente a unos pasos de su padre, poniéndose de rodillas, para luego apoyar también su cabeza contra el suelo. Con su trasero en alto, retiró su vestido, dejando que todo sea visible debido a su ausente ropa interior.
Henry: "¿T-te gusta?" —Preguntó, extendiendo sus manos para sostener sus nalgas y abrirlas.
Riuz: *Glup*
Riuz se quedó en trance, mirando el claro corazón marcado sobre esa lana negra. El mecimiento sensual de izquierda a derecha que la oveja orquestaba intencionalmente con ese trasero burbuja lo dejó hechizado por unos segundos hasta que pudo salir de esa potente fuerza de atracción.
Todo parecía ralentizarse en esa situación, Henry moviendo su trasero y Riuz mirándolo fijamente. Hubo una lucha mental importante en la cabeza del humano, pero al final, simplemente tomó otro gran sorbo del vaso de leche, terminándolo antes de pararse.
Henry estaba sudando de los nervios y el temor a haberse equivocado, pero en el momento que escuchó a su padre levantarse de la silla casi tuvo un infarto.
Las ropas de Riuz terminaron en el suelo en algún momento y la pequeña oveja que parecía a punto de desmayarse sintió unas firmes manos sosteniendo sus caderas. Estaba a punto de chillar de del miedo y la emoción, hasta que sintió algo cálido y duro tocar su carne.
Los jadeos se hicieron notar, siendo el único sonido que se escuchaba en la habitación, por lo menos hasta que esa vara ardiente decidió abrirse paso entre las nalgas de Henry.
Henry: "¡AAayyyh…! ¡PAPI!" —Chilló al sentir esa palpitante polla entrando por completo en su pequeño agujero de un solo empujón
Hubo un corto silencio en donde no había mayor sonido que la pesada respiración y los fuertes latidos de un par de corazones, pero todo eso acabo rápidamente. Como si se le diera al botón de Play y al de acelerar, ambos cuerpos empezaron a moverse salvajemente.
Henry: ¡Papi... papi...!
Riuz: ¡Henry!
La oveja y el humano movían sus caderas con ferocidad, golpeándose entre sí en un mismo punto. Una vigorosa polla se abría paso a través del tierno culo sin dificultad, en una compatibilidad aterradora, dejando a ambos ahogados en un mar de éxtasis interminable. Ninguno parecía poder pensar en nada mas que en seguir adelante hasta el fin de los tiempos.
Henry: ¡Mas fuerte...! ¡¡¡MAS FUERTE!!!" Aulló sintiendo como parecía haber alcanzado un estado de euforia superior, tanto física como mental.
Riuz se afirmó, casi clavando sus dedos en la carne de Henry antes de empezar a mover sus caderas con mas intensidad. También estaba disfrutando de esto a niveles muy superiores a lo normal, llegando a ser como la sensación de placer al desflorar a laguna de sus hijas.
Riuz: "Henry... estas... jodidamente apretado"— Exclamó, sintiendo como ese trasero succionaba su miembro, como si quisiera arrancárselo.
Henry: "Estoy... No quiero dejarte ir..." —jadeó con fuerza pero sin detener sus movimientos.
De por sí, ya desde que sintió a su padre entrando dentro de él, estuvo a punto de llegar al clímax solo por la felicidad del momento. Si miraras debajo de él verías varias gotas manchando el suelo.
Ambos siguieron así, como si tuvieran energía infinita, o un deseo ardiente inextinguible. Aunque en solo unos minutos Henry no había podio contener la felicidad dentro de su cuerpo y ya había liberado 3 pequeñas cargas de alegría por el suelo, pero eso no lo hizo detenerse.
Riuz: "Kiara hizo un buen trabajo entrenando este culito" —Dijo en el calor del momento, respirando cada vez mas fuerte, sintiéndose cerca del final.
Henry: "¡Ella no se compara en nada a esto! ¡¡¡POR FAVOR MAS FUERTE!!!" —Baló cada vez mas incomprensiblemente.
Riuz: "¡¿Cómo lo quieres?!" —Preguntó viendo la emoción de su hijo y queriendo escuchar sus deseos, pero estando a punto de perderse en los suyos.
Henry: "Papi... por favor... yo quiero..." —Dijo difícilmente con la voz entrecortada por los fuertes golpes a su cadera y el próximo clímax venidero.
Riuz: "¡Solo dilo... no falta... mucho!"
Henry: "¡Tírate sobre mí! ¡Aplástame!" —Suplicó.
Escuchando la erótica voz de su hijo en este estado, se movió casi instintivamente sobre su espalda como él quería, sintiendo esa suave lana sobre su pecho desnudo. Así mismo, estando cerca de acabar, sus movimientos se intensificaron aún mas, agravando el peso que ejercía sobre la pobre oveja.
Henry sintió como si estuviera prisionero de una fuerza mayor, sin oportunidades de liberarse, y con una enorme y dominante polla forzando su camino cada vez mas a su interior. Sintió que todos sus sueños se hacían realidad.
Riuz ya no pudo contenerlo mas y con un fuerte empujón, dejó que todo su ser se liberara. Su polla palpitó y sus bolas se encogieron al descargar una gran cantidad de semen de una sola vez en el interior de su hijo, seguido de unas pequeñas cargas secundarias. Su cuerpo convulsionó mientras chorros de semen eran disparados con pasión hasta dejarle seco. Cuando el último disparo terminó, su cuerpo perdió estabilidad y cayó sobre el cuerpo lanudo, aplastándolo y fijándolo aún mas contra el suelo.
Henry sintió como esa espesa carga caliente era depositada en su interior, como lo llenaba y quemaba. Jamás había sentido algo así, algo que realmente llenara tanto su cuerpo como su espíritu. Adherido a eso, cuando sintió ese cálido esperma entrando en su trasero, su propio pene no pudo evitar comenzar a eyacular mucho mas fuerte que las veces anteriores. Líbero un líquido semitransparente sobre el suelo, en una cantidad raramente grande para él, al punto que sus testículos dolían como si estuviera punto de salir de su pene de tanto esfuerzo que ponían.
Ambos jadeaban en el suelo, pero sin intenciones de moverse. Riuz no quería sacar su pene de ese cálido y cómodo lugar y Henry, por nada en el mundo, quería que su padre retirara su pene, queriendo sentirlo cuanto mas pudiera, como si el momento no pudiera terminar.
...
Ambos se recuperaron poco después, pero seguían en el suelo, sudorosos y abrazados. Henry estaba apoyado sobre el pecho de su padre, intentando que su corazón y su mente se calmaran.
Riuz: "Eso fue..." —dijo mirando al techo, perdido en sus pensamientos.
Henry: "Lo mejor de la vida..." —respondió desde lo más profundo de su corazón, con los ojos húmedos.
Riuz: "Podría ser..." —murmuró con un leve conflicto reflejado en su tono.
Henry: "¿No te gustó...? ¿Te arrepientes...?" —preguntó en voz baja y temblorosa, con el miedo pintado en sus palabras. Había conseguido lo que deseaba, pero ahora temía que aquello lo arruinara todo. Empezaba a entrar en pánico.
Riuz: "No, estuvo genial. Tranquilo." —Respondió al notar el estado de su hijo, intentando calmarlo mientras dejaba de lado cualquier dilema moral o emocional—. "Es solo que no lo esperaba... Ya sabes cómo reaccioné con lo que pasó con tus hermanas la primera vez. Esto no es muy diferente. De hecho, estoy a punto de llamarte Henrietta para que todo sea más fácil de aceptar."
Henry: "Puedes llamarme como quieras... solo no me dejes." —Susurró débilmente, aferrándose aún más a su padre, buscando consuelo.
Riuz: "No creo que eso sea posible ahora..." —respondió mientras estrechaba su delgado cuerpo en un abrazo, pero luego no pudo evitar soltar una risa suave.
Henry: "¿Qué pasa?" —preguntó, confundido y algo asustado.
Riuz: "Nada, es solo que... pensé que a mi madre le habría encantado que fuera como tú." —Negó con la cabeza, esbozando una sonrisa mezcla de nostalgia y confusión.
Henry: "¿A la abuela?" —preguntó con dudas. Apenas sabía algo de ella por lo poco que su padre mencionaba.
Riuz: "Sí. Si supiera sobre ti, ya estaría ideando cómo vestirme de mujer y tratar de feminizarme. Para ella, yo era lo más adorable del mundo. Creo que la imagen de mí con vestido y maquillaje la habría hecho desmayarse de ternura." —rió, imaginando vívidamente la escena, con Bella sangrando por la nariz como si fuera un anime.
Henry no pudo evitar imaginar a su padre en esa situación, ambos vestidos como mujeres. Se sonrojó de vergüenza... y algo de emoción.
Riuz: "Ella era una gran madre, una gran mujer... aunque, bueno, con pene. ¿Recuerdas que te conté que mi relación con tus hermanas era tan complicada como la que mis madres tenían conmigo? Pues la más complicada era con ella. Si yo fuera como tú, habría sido la madre más feliz del mundo. Quería meterme su pene con mucho deseo y en esa situación lo conseguiría. Le caerías bien"
Herny: "Sí..." —dijo temblando.
La imagen de él y su padre, bellos y femeninos sobre una cama, viendo como su abuela se acercaba con una enorme polla dura y palpitante, lista para fecundar sus frágiles cuerpos... los jadeos... la imagen no estaba completa porque nunca vio a su abuela, pero no podía sacarla de su cabeza. Su propio pene, completamente agotado por el ejercicio anterior, no pudo evitar endurecerse una vez mas al pensar en eso.
Riuz: "La verdad, ya no puedo recriminarle nada después de lo que acabo de hacer... lo que me asusta un poco. Si yo fui capaz..." —Se estremeció al decirlo, intentando alejar esa idea de su mente. Luego, se giró hacia su hijo y añadió con una sonrisa irónica— "¿Otra ronda?"
Henry se sonrojó, pero al mismo tiempo se emocionó, su mente ya estaba llena de imágenes que lo excitaban, y el solo hecho de que su padre quisiera hacerlo una vez mas solo lo animaban mas. Esto no parecía algo que fuera de una sola vez y olvidarlo como que nunca paso.
Ambos ya no estaban en el suelo, ahora Henry estaba sobre la mesa, con su trasero sobresalido sobre el borde y con Riuz allí, listo para entrar otra vez en ese culo ya relleno. Ahora ambos estaban frente a frente, mirándose a la cara, pero no parecía que tuvieran que decirse nada, por lo que Riuz penetró ese femenino y esponjoso culo.
Henry soltó un tierno gemido al sentir a su padre entrar en él, sintiéndose igual de bien que hace un momento, pero ahora estaba lo suficientemente estable mentalmente para disfrutarlo aún mas.
Henry: "Papa... eres tan grande..." —Dijo tratando de saborear la forma de la polla de su padre.
Riuz: "¿Kiara es mas pequeña que yo?" —Preguntó burlonamente, afirmándose al meter todo su miembro y extendiendo su mano para poder apretar una de esas pequeñas tetas.
Henry: "No... ella... es bastante grande" —Dijo sonrojándose— "Y cuando usa juguetes también suele usar grandes... pero esto es diferente, esto se siente tan... real. Es como si realmente fuera mi primera vez."
Riuz: "¡¿Sabes que no debes decirle a tu amante que tu esposa tiene un gran pene?!" —Se quejó con fingida molestia, dándole una nalgada a su hijo. En realidad sabía sobre tamaño del pseudo pene de Kiara.
Henry: "Perdón papi" —Dijo tímidamente, pero solo hizo que su padre se emocionara aún mas y comenzara a mover sus caderas.
Riuz: "Así que buscabas esto desde hace tiempo. Dejando que Kiara te folle... solo estabas preparando este culito para mí, ¿Verdad?, Puta" —Preguntó, poniendo mas fuerza en su empuje. Ya estaba superado esa barrera mental que tenía, hablar sucio era la prueba.
Henry: "Yo lo he querido desde niño, desde que te vi con mama..." —Gimió sus palabras, abriéndose completamente, sin querer ocultar nada nunca mas.— "Quería estar en su lugar, gemir como ella... temblar como ella... quería ser tu oveja mala y que me castigues con tu pene..."
Riuz: "Parece que todas mis hijas son unas putas. No me imagino que Kiara lo haya tenido difícil para convencerte de que entregaras el culo con lo pervertida que eres."
Henry: "Ella..." —Respondió difícilmente mientras era empalado por su padre— "Dijo que... el tamaño de mi pene no me permitía otra cosa... es demasiado pequeño para considerarme el hombre en la cama..."
Riuz bajo la mirada a ese pene y testículos que rebotaban con cada embestida y ciertamente tenía algo de razón. Era pequeño, bastante pequeño, pero al mismo tiempo quizás un poco lindo. Era entendible, la "Womex" Era un medicamento superhormonal mágico pensado para mujeres, no sería raro afectar esta parte.
Riuz: "Sí, croe que tenía razón... tienes el pene de una niña" —Dijo bajando su mano y apretando ese pequeño miembro suave y cálido al tacto, sintiendo una dureza muy débil comparado con su propia herramienta.
Herny: ¡PAPA!" —Henry se tensó de golpe al sentir las manos de su padre en su pene, corriéndose al instante.
Riuz vio como su hijo eyaculó unas pocas gotas en un solo instante, haciendo que ese débil pene en su mano se volviera aún mas endeble. Levantó su mano para ver ese líquido trasparente, pero brilloso, y luego acercó su mano a Henry, que aun en su aturdimiento se acercó para lamer la mano de su padre.
Riuz: "Entonces, en tu noche de bodas, cuando te hizo beber mi semen desde su coño... no la estabas pasando mal, ¿Verdad?"
Henry: "Fue el momento más feliz de mi vida hasta ahora," —respondió con una mirada perdida, llena de felicidad—. "Sentir su sabor, cómo se unía conmigo... Pensé que perdería la cabeza. Nunca he estado tan agradecido de haber encontrado a una mujer como Kiara..."
Riuz: "Y cuando te contaba de como me la follaba, no lo odiabas..."
Henry: "Claro que lo odie. No sabes cuanto la envidiaba, solo podía imaginar que eras tú cuando me follaba y me lo contaba, pero eso solo me hacía desearte mas."
Riuz: "Pues ahora tienes lo que querías" —Dijo poniendo aún mas énfasis en sus caderas, queriendo marcar a su hijo y compensar todo ese tiempo de espera.
Henry: "Si papi, mas profundo, fóllame como te follas a mi esposa." —Grito emocionado, excitado por sus propias palabras.
Cuando la puerta se abrió, ambos quedaron congelados en sus posiciones comprometedoras, sus miradas fijándose con terror en una oveja vestida con un elegante traje de oficina, cargando unas bolsas en las manos. Tenía una expresión, inicialmente cansada, que se transformó rápidamente en una de absoluta consternación al procesar lo que estaba viendo.
Riuz: "¿Harriet...?"
Henry: "¡¿MAMÁ?!"
Los tres permanecieron inmóviles, como si el tiempo se hubiera detenido. O tal vez eso era lo que deseaban Riuz y Henry, sintiendo que el corazón les subía a la garganta ante la inesperada aparición de su madre/esposa.
El pánico creció en ambos cuando vieron cómo la incredulidad y el asombro en el rostro de Harriet se desvanecían, dejando paso a una expresión de absoluta indiferencia... una aterradora indiferencia. Sin decir una palabra, Harriet dejó caer las bolsas al suelo con un ruido seco y cerró la puerta con llave, avanzando lentamente hacia la mesa que habían estado usando.
Su mirada, cansada pero inexpresiva, los aterrorizaba con cada paso que daba. Ninguno sabía qué hacer ni qué decir; intentar fingir que nada había ocurrido era inútil: los había atrapado en el acto.
El silencio era sofocante. Ambos querían que el suelo los tragara antes de que llegara el juicio final que parecía a punto de caer sobre ellos. Henry estaba al borde de las lágrimas, mientras Riuz temblaba visiblemente. Pero justo cuando pensaban que no podía empeorar, sus ojos se agrandaron de incredulidad al ver lo que Harriet hizo a continuación...
Harriet se desvistió, rompiendo la ropa en el proceso, quedándose desnuda casi en un instante y se subió a la mesa, con el par padre e hijo mirándola, consternados. Entonces, la oveja se colocó sobre la cabeza de su hijo, bajando repentinamente con su coño sobre la cara de este.
Harriet: "Lame" —ordeno en un tono que nadie desafiaría, pero Henry estaba tan sorprendió que no reacciono, por lo que Harriet dejó caer su peso y la cara de Henry se vio ahogada por el coño de su madre.
Riuz: "¿Harriet?" —Preguntó incrédulo.
Harriet: "Y tu folla ese puto trasero ¡Ahora!" —Ordenó con una mirada intimidante.
Riuz empezó a moverse instintivamente, haciendo que los gemidos de Henry volvieran a sonar, solo que ahora ahogados por ese coño que cubría su rostro.
Harriet: "Mete bien la lengua, marica" —Dijo Pellizcando con su mano los pezones de su hijo— "Harás que me corra o no saldrás de ahí abajo"
El humano vio como su esposa empezó a mover su cadera sobre la cara de su hijo, el cual estaba tan consternado como él, pero no pudo desobedecer la voz de mando de su madre y metió su lengua lo mas profundo que pudo. Si ya de por sí tener a su padre folládnosle el culo era demasiado, tener el coño sudoroso de su madre era demasiada estimulación que le hizo tener otro pequeño orgasmo casi completamente seco.
Harriet: "Decepcionante, ¿Por qué tuve que parir a un niño tan inútil? Para eso hubiera sido mejor que hubieras sido una niña desde el principio"— Dijo provocando sollozos de parte de Henry— "Por lo menos ahora estás haciendo algo de provecho. No me sorprende que la única cosa para la que seas buena sea recibir pollas y comer coños... no sé por qué esperaba mas de ti."
Riuz: "Harriet..." —Dijo al escuchar llorar a su hijo, pero la mirada de su esposa le hizo callar.
Harriet: "¿Sabes cuantos problemas me causaste? ¿Cuántas veces he tenido que mentirle a mi esposo y cuantas veces me pelee con él para ocultar tu secreto?" —Dijo con furia moviendo su cadera aún mas fuerte— "¡¿Para qué?! ¡Para que ahora te encuentre usando tu culo para succionar su polla como toda una putita! ¡¿Me ves la cara de estúpida?!"
Henry: "HMMmmh..." Solo pudo producir sonidos ahogados.
Harriet: "Espero que te guste tener el culo lleno de semen, porque desde ahora tu padre se lo va a cojer todos los días hasta el cansancio." —Gritó estirando de los pezones de su hijo mientras movía salvajemente sus caderas— "Lo va a rellenar de esperma tantas veces al día que posiblemente ya no puedas caminar... ¡PUTA! ¡AHORA CÓMEME EL COÑO MARICA, ES HORA DE QUE APRENDAS A SER UNA CHICA EN ESTA FAMILIA!" Harriet gritó y luego se estiró para besar a su marido con fuerza.
Las cosas se volvieron borrosas para los tres el resto de la tarde y principios de la noche. Las posiciones cambiaron, con Riuz follando a Henry contra el sillón, con Harriet dándole nalgadas y humillándolo aún mas. Con Henry en el suelo, viendo como sus padres follaban y sufriendo de que su madre pisara sus genitales. Con Harriet siendo follada por el culo mientras chupaba el pene de su hijo hasta que se corrió y pasar a su culo que goteaba el semen de su esposo. Con Henry en un sándwich entre su padre y su madre, luego siendo su madre el centro del sándwich...
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Espero que lo hayan disfrutado. No saben cuánto me costó, le puse mucho esfuerzo, especialmente porque es la primera vez que escribo algo así. Me gustaría saber qué les parece: si hice algo bien o mal, si debería extenderme más o, por el contrario, contenerme en algunos aspectos. No sé cuántos compartan el gusto por este tipo de contenido, pero espero que haya sido lo suficientemente bueno.