Después de un arduo entrenamiento junto con Emma y Jun, donde su líder les dió muchos consejos y les hizo grandes correcciones a lo que debieron haber hecho durante el combate.
Pero por el momento habían salido en una pieza así que era momento de disfrutar, había llegado el tan esperado sábado y los siete iban a salir a pasear por la ciudad y disfrutar del más importante museo nacional.
Todos se reunieron en casa de Emma para irse desde ahí juntos, vestían ropa cómoda y casual aunque casual tiene un significado diferente para cada uno.
Alessio vestía con pantalón de mezclilla, zapatos casuales, y una camiseta de color verde.
Ava vestía con shorts y una camiseta con bordados que hacían resaltar su cuerpo atlético.
Bast vistió con pantalones negros y una camiseta blanca de compresión lo que solamente hacía notar más sus grandes musculos.
Jack vistió con unos zapatos elegantes, un pantalón de vestir y una camisa azul con algunos botones abiertos, cabe aclarar que su ropa se veía de gran calidad y era de diseñadores muy conocidos.
Mia por otro lado, vestía con un vestido de una pieza negro que tiene un diseño arriba parecido a como si tuviera una camisa blanca, la silenciosa estudiante parecía una muñeca por su belleza y su aparente fragilidad, pero sorprendentemente ella era la que más emocionada se veía por ir.
Emma salió de la puerta de su casa y se encontró al grupo esperándola, ella vestía un precioso vestido color magenta con detalles blancos, su magnética belleza atrapaba miradas de todas las personas, quién pensaría que esta chica los hacía morder el polvo en cada entrenamiento y ejecuta planes maquiavélicos sin que nadie supiera.
«¿Están listos?» preguntó Emma
Sus palabras fueron un golpe de realidad que los hizo dejar de apreciar su impresionante belleza por unos momentos.
«S-si estamos listos» dijo Alessio
Ava miró de reojo a Alessio e hizo un leve puchero pero, recordó que era Emma y que ella también quedó anonadada, así que rápidamente se le pasó.
«¿Dónde está Jun?» preguntó Mia
«Oh, mi padre necesita hacer unas pruebas de un artefacto de vigor así que pidió la ayuda de Jun.»
La mirada y la emoción en Mia se derrumbó notablemente.
«Pero no te preocupes, nos alcanzará en el museo.» dijo Emma
Los ojos de Mia recuperaron su brillo
los otros cuatro chicos se miraron al mismo tiempo diciendo con la mirada "Sospechoso"
«Creo que sería buena idea ir a comer primero a un centro comercial y de ahí movernos al museo ¿Qué les parece?»
Todos estuvieron de acuerdo, se subieron a la limusina de la familia de Emma que llegó para transportarlos por la ciudad.
Alessio, Bast y Ava miraban por las ventanas, tocaban todos los botones de la limusina y los materiales de los asientos, para ellos era algo totalmente nuevo y se sentían como si fueran millonarios.
Para Emma y Jack era algo común moverse en uno de estos o incluso algo más elegante todavía, Mia por otro lado parecía darle igual, estaba mirando su celular fijamente.
La ciudad "Ocaso", la capital del reino, era bastante colorida y tecnológica, múltiples edificios se miraban por todos lados, con muchas luces , hacía un contraste interesante con la gran fauna que hay en las calles, hay muchos árboles muy grandes por la ciudad, que por su antigüedad y su increíble dureza no fueron cortados y ahora forman parte del paisaje.
Pronto llegaron al centro comercial más grande de la ciudad, el cual cuenta con 5 pisos de altura y una gran diversidad de tiendas diferentes para públicos diferentes. Por el momento fueron a un restaurante guiados por Emma.
Era un lugar muy sobrio con colores caoba y muebles confeccionados con los mejores materiales. Un restaurante, muy famoso en la ciudad, conocido por tener 5 estrellas mitchel, siendo el reconocimiento más grande que se le puede dar a un restaurante en el reino.
«E-eh, está bien que nosotros entremos aquí?» preguntó Alessio
«Claro, vienen acompañados por mí.»
Alessio, Ava y Bast fueron a toda velocidad a pedir una mesa para seis en la entrada.
«No atendemos gente de su clase.»
El portero miró despectivamente a los tres chicos y miró hacia otro lado.
«Bastardo, ¿Tratas de ignorarme?» exclamó Bastian
«No cumplen los requisitos para entrar, ahora largo de mi vista.»
Justo atrás venían llegando Emma junto con Jack y Mia.
«Disculpe, me gustaría pedir mesa para seis»
«Oh, señorita Müller, luce tan radiante como siempre, claro que sí, pase por favor, ignore a esta gente molesta.»
Emma levantó su ceja levemente mirando con severidad al portero.
«¿Por "esta gente" te refieres a mis invitados?»
«S-se refiere a que estas respetables personas son s-sus acompañantes?»
«Sí, justamente a eso me refiero, discúlpate en este momento.»
El camarero miró a los tres enérgicos chicos e inclinó la cabeza
«Mi más sincera disculpa, no tuve que haberlos tratado de esta manera, me disculpo con ustedes y con la señorita Müller, no haría nada para ofenderla a usted ni a su familia.»
«Pasemos chicos, disculpen por eso»
Los seis pasaron al restaurante, Alessio, Ava y Bast miraron la cabeza gacha del portero y asintieron satisfechos, no sin antes mostrarles la lengua.
Fueron sentados en una mesa al fondo, la cual se veía bastante privada, incluso para un lugar de alta clase se veía bastante lujoso, los cubiertos y los platos eran de oro.
Supongo que la heredera de los Müller podía permitirse algo como esto.
De repente apareció una amable mesera vestida con un agradable vestido color vino, no llevaba menús con ella, simplemente les preguntó si alguno tenía alguna alergia por alimentos.
Resulta que Ava es alérgica al maní y Jack a la carne de cerdo.
Tuvieron una plática amena, hablaron acerca de muchas cosas de la escuela, se burlaban a veces de Bast y otras veces de Alessio, Mia no parecía hablar mucho pero se miraba ansiosa mirando repetidamente la hora en su celular.
Así pasaron aproximadamente treinta minutos en lo que llegó un banquete de comida increíblemente apetitosa, la comida que solían servir en los comedores de la escuela no era mala pero en comparación con ese festín, pareciera que siempre hubieran servido comida enlatada en los comedores.
Todos se dispusieron a comer, tomando breves momentos para platicar.
«¿Alguna vez han visitado el museo nacional?» preguntó Emma
Al parecer el único que lo había hecho era Jack
«Bueno, es de suponer, es una atracción bastante recurrida que tiene espacios apartados inclusive desde un año de antelación.»
Los chicos miraron impresionados a Emma
«¡Como se espera de la jefa, usted es VIP en todos lados!» Exclamó Ava
«¿Es cierto que está lleno de artefactos benditos de guerreros del país?» preguntó Alessio
«Si, hay reliquias que pasan los cuatrocientos años.» Respondió Jack
«No solo eso, también hay una gran variedad de arte y planos de la ciudad. Es un lugar de gran valor para la nación. Por eso deben de comportarse, no tomen fotos, ni alcen mucho la voz.»
Emma los miró esperando una respuesta y todos asintieron emocionadamente menos Jack y Mia que lo hicieron con más formalidad.
Después de terminar su deliciosa comida, pasearon por unas cuantas tiendas departamentales, todos se probaron distintos tipos de ropa.
Mia de cierta manera se miraba más tímida de lo normal.
Ya casi daba la hora de entrada hacia el museo así que se dispusieron a salir del centro comercial.
Guiados por Emma se dirigieron hacia el museo que estaba a una calle aproximadamente de distancia. Ava y Mia iban atrás de los demás.
«A-Ava, ¿me das un momento?» Mia agarró levemente la mano de Ava para poder decirle algo
Ava volteó rápidamente
«Claro Mia, ¿en qué puedo ayudarte?»
«Verás, cuando peleamos con aquella chica de segundo año tomaste un gran golpe por mi y quería decirte que… no tenías por que hacerlo, gracias.»
Ava sorprendida miró a la nerviosa chica.
«Tu me salvaste del aterrador primer golpe, aparte, somos amigas, es obvio que tenía que hacerlo» Ava le enseñó su amable sonrisa.
«¿A-Amigas? no se si pueda decir lo mismo»
«Bueno, tal vez no estás lista para decirlo pero, los amigos se preocupan los unos por los otros, tú fuiste la primera en salvarme a mí, así que esperaré hasta que te sientas lista para considerarme tu amiga.»
La pequeña chica abrió sus ojos sorprendida de la comprensión de Ava, la idea de tener amigos empezaba a florecer en su corazón.
…
Ya estando al frente del museo pusieron observar su excelente arquitectura, a pesar de haber sido construido hace unos cientos de años, estaba muy bien conservado, en gran parte era hecho en mármol tallado, contaba con unas increíbles gárgolas, su altura imponente y sus grandes detalles lo hacían una ilustre construcción reconocida por toda la nación.
Los ojos de Alessio brillaron cuando miró el museo, no tanto porque sea fan de la arquitectura, más bien por la gran expectativa de ver todo lo que hay adentro, en la academia se rumora mucho acerca de lo impresionante que son las atracciones.
Mia se acercó a Emma.
«Oye Emma, ¿cuánto falta para que llegue jun?»
«No debería tardar mucho.» respondió en voz baja, después le hablo a todo el grupo
«Chicos, recuerden lo que les dije durante la comida, comportense y no hablen demasiado alto.»
Había una gran reja cubriendo el perímetro del museo, con múltiples guardias custodiando, en las puertas de estas rejas había cuatro guardias vestidos con armaduras pulidas de un material parecido al acero, los guardias eran bastante respetados por los ciudadanos. Estos cuatro que custodiaban el portón se veían más experimentados que los demás.
Todos los guardias emitían un aura de vigor que se podía observar desde lejos que era poderosa en especial los de la puerta.
Cuando estaba por ser el turno del grupo de Alessio, el guardia miró a Emma y extendió su mano sin decir una sola palabra, Emma puso un boleto en sus manos, el guardia sacó una pluma de su bolsillo y dió un leve repaso al boleto.
«Boleto para 6 personas, adelante.» el guardia les devolvió el boleto
Pasaron de las rejas y ahí había unas escaleras talladas con diferentes símbolos, había grandes bestias, símbolos del sol, la luna, estrellas, cada símbolo era diferente, lo hacían ver bastante único y estilizado.
Alessio revisó su calzado antes de subir y lo hizo de la manera más delicada que pudo, en su mente pensó que sería grosero pisar fuerte una obra de arte como estas escaleras.
Después de subir estas escaleras, estaba la entrada al museo protegida por dos guardias, si los guardias de la primera entrada se veían intimidantes, estos no tanto. No emitían ni una pizca de vigor de su cuerpo, estos guardias se veían más prestigiosos que peligrosos, vestían una armadura adamantina con detalles en el pecho como si fueran medallas por batallas, ambos tenían el pecho lleno de estas. Estos soldados no pasaban de los 40 años, aun así habían vivido por múltiples batallas.
Alessio se sintió confundido.
'Si estos guardianes son tan fuertes, ¿Por qué no tienen aura como los otros? quizá solo es para inflingir miedo'
El guardia de la izquierda se acercó, su cabello marrón corto y su rostro serio miró directamente a Emma.
«Señorita Müller, hace tiempo no la veíamos por aquí.»
«Señor Halter, un gusto volver a verlo en el museo como siempre, esta vez vengo con compañía»
«Por su puesto señorita, pase, si no es mucho pedir dígale a su señor padre que le mando saludos.» El serio soldado abrió una de las puertas y el otro le siguió.
«Nos vemos» dijo Emma.
al entrar por la puerta principal hay un largo pasillo para llegar hacia adentro.
«Capitana Emma, ¿Por qué esos soldados no se veían tan peligrosos como los de afuera?» preguntó Alessio.
«Es exactamente por eso mismo, es más peligroso un guerrero que no aparenta serlo, eso dice mucho de su gran control de vigor.»
En este punto, Alessio y los chicos podían potenciar fuertemente sus cuerpos con vigor, en ocasiones exudaban vigor debido a que todavía no controlaban con tanta precisión la salida de este mismo por los poros de la piel.
Ellos entrenan muy duro, muchas horas todos los días con estudiantes modelo del país, y aún así sabía que le faltaba bastante para lograr tener tal control.
«¿Cómo podemos llegar a hacer algo así?» preguntó Jack
«Ustedes están aprendiendo a trotar, todavía queda un largo camino para volar»
«¿Podemos volar usando vigor?» preguntó Ava con notable confusión
«No seas estúpida, obviamente habla de los guardias de antes, ellos si pueden volar» dijo Bast
«El estúpido eres tú, no podrían volar a menos que tuvieran una bendición, a no ser que… bueno, si están custodiando la puerta principal puede que si vuelen.» le respondió Alessio
Emma, Jack y Mia vieron a los 3 tontos pérdidos con una leve mirada de lástima, Emma aclaró su garganta.
«De cualquier modo, todavía no están listos para hacer eso, cuando sus bendiciones se presenten, su potencial se disparará exponencialmente, se que no tardarán mucho en poder "volar"»
Alessio, Bast y Ava intercambiaron miradas
«Te dije que sí podríamos volar» susurró Bast.
El pasillo estaba terminando y por fin estaban el área principal del museo.