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Chapter 12 - Bajo asedio.

El edificio comenzó a moverse violentamente tanto que se podían ver las columnas vibrando.

Los soldados del interior del museo entraron en formación protegiendo las reliquias.

'¡Por aquí chicos!.' Los seis se reunieron juntos, Emma los comenzó a guíar hacia la salida de emergencia, cuando llegaron, Alessio trató de abrir la puerta con avidez.

'Está atascada'

Emma llenó su cuerpo de vigor fortaleciendo cada fibra de su tonificado cuerpo, sus puños se envolvieron en un aura formando un perfecto círculo alrededor de sus nudillos, usualmente el aura que emite alguien normal al aumentar su cuerpo es bastante dispersa, como si fuera humo, pero ese no era el caso de Emma, ella es capaz de darle forma y controlar el área de impacto del vigor.

Golpeó severamente la puerta logrando nada.

'No está atascada, está sellada.' Dijo Emma 'Mis ojos tienen afinidad con los sellos, debería de poder liberarlo en poco tiempo, vigilen mi espalda unos momentos'.

'Entendido' Respondieron todos, los cinco se movieron al unísono.

Afuera se escucharon explosiones y estallidos, como si se estuviera desarrollando una feroz batalla.

Los soldados del interior empezaron a desplazarse hacia afuera para brindar apoyo, los guerreros de armadura adamantina lideraron el camino.

'¿Qué hay de nosotros?' Los asustados civiles miraron con horror a los guardias.

'La prioridad es el museo' respondió hoscamente el capitán de los soldados y salieron por la puerta principal.

'Soldados y una mierda' dijo Alessio. 'Gente, vengan hacia acá, la señorita Emma Müller está tratando de abrir la puerta de emergencia, por favor vengan con nosotros, los mantendremos seguros.

Los civiles escucharon el apellido de Emma y se sintieron más seguros, así que se movieron hacia donde estaban los seis estudiantes.

'¡Listo! Era más complicado de lo que pensaba.'

Al abrir la puerta, se encontraron con unas extrañas personas esperándolos, eran varias personas vestidas con túnicas verdes con capucha y máscaras talladas a base de esqueletos, la mayoría humanos. Eran aproximadamente cinco de ellos.

Una oleada de recuerdos invadieron a Alessio al mirar estos atuendos, sus dientes chocaron tan fuerte como si fueran a romperse.

'Bastardos nómadas'

Emma sabía que tenía que proceder a combatir inmediatamente pero también tenía que cuidar de los civiles.

'Por sus vestimentas supongo que no están dispuestos a hablar las cosas, ¿Verdad?'

Emma suspiró levemente.

'Escucha mis plegarias y encuentra mi objetivo, de mí nada se escapa. Encuéntralos… Bullseye'

Un gran rifle francotirador negro con detalles morados se materializó en sus manos. El elegante rifle estaba listo para entrar en combate.

'Chicos, mantengan a los civiles seguros, yo me encargo de ellos.'

'Señorita Emma, yo también puedo ayudar.' Dijo Alessio.

'No, esto es demasiado para tí en este momento. ¡Hagan caso, vayan!'

Alessio apretó tanto sus puños que corrió sangre por sus manos.

'Malditos, pronto sabrán de mí.' El equipo se movió rápidamente llevando a los civiles dentro. A la vez, los cinco misteriosos encapuchados abrieron sus túnicas y sacaron diferentes tipos de armas hechas de huesos de bestias.

 …

En la entrada perimetral del museo, o lo que quedaba de ella, estaban los soldados liderados por los guerreros adamantinos batallando contra los nómadas, estos eran muchísimos, parecía casi imposible imaginar que hubieran pasado las fronteras hace poco sin ser detectados.

Los nómadas estaban liderados por tres encapuchados con máscara de cráneo humano con cuernos saliendo de las cuencas. Uno de ellos portaba una daga larga de color verde, el segundo tenía dos guantes con garras, y el tercero cuchillos gemelos.

'Nosotros los nómadas hemos caído en cansancio por sus crispantes intentos de invasión, ahora es nuestro turno' anunció el enmascarado nómada con guantes con garras.

Los tres líderes nómadas chocaron fuerzas contra los seis soldados de armadura adamantina.

Los soldados restantes chocaron en las laterales.

Si los nómadas querían hacer su jugada tendrían que hacerlo rápido ya que los refuerzos pueden llegar en pocos minutos.

Los soldados adamantinos invocaron sus armas benditas y lucharon contra los nómadas, se dispusieron a enfrentarse en proporción dos contra uno.

Aún así, la ferocidad de los embistes de los guerreros nómadas era devastadora. Ellos batallaban como animales salvajes con rabia, mientras los soldados trataban de contenerlos con su técnica elegante y experimentada.

El señor holter con su gran escudo bendito defendió gran parte de la ofensiva de los enemigos. El combate estaba igualado, aunque significase que tenían que combatir dos soldados adamantinos para mantenerse contra los poderosos nómadas.

'Los refuerzos no deberían tardar' dijo uno de los soldados.

La mayoría de sus bendiciones tenían que ver con la defensa, solamente uno de ellos tenía una habilidad ofensiva, esto se debe a que buscaron estos perfiles por si incluso sucedía un desastre natural los guardias podrían salvaguardar las reliquias.

Pero sorpresivamente, el vigor de los nómadas se sentía muy diferente, como si fuera muy filoso e intrusivo, como si miraras los caninos de una bestia.

No estaban seguros de si las armas que portaban eran bendiciones, reliquias o armas forjadas de bestias como los demás.

Los nómadas atacaron formando estelas de vigor color rojo haciendo retroceder ampliamente a los soldados, a pesar de sus increíbles defensas seguían recibiendo cortadas y rasguños colaterales a sus defensas.

En ese momento llegaron los refuerzos, llegaron dos camionetas de las cuales se bajaron cerca de 14 soldados de vigor, acompañándolos se encontraba un hombre con pantalón de vestir negro, camisa blanca y un abrigo color ocre, tenía un logo en su espalda, una espada y un escudo.

'Es el señor Kumar' dijo uno de los soldados, todos ellos recibieron un aumento de ánimos gigante, él era un guerrero de la legión del ocaso, los guerreros benditos más fuertes sólo por debajo de los serafines.

Esperaban que los nómadas tuvieran miedo o empezaran a actuar imprudentemente, pero fue todo lo contrario, se miraban más emocionados.

Kumar se acercó con los guerreros adamantinos. '¿Situación?'

El señor Holter respondió 'Los tres que tienen cuernos saliendo de sus cuencas son los líderes, son extremadamente fuertes en la ofensiva, desconocemos si usan armas benditas.'

'Bien, Holter, serás mi escudo, los demás ayuden a detener a los demás. ¡Vamos!'

'Entendido.' respondieron los experimentados guerreros. 

'Espíritus del viento, envuelvan mi alma y protejan mi cuerpo, manifiéstate "Virvelvind".

En sus manos una grande y elegante alabarda apareció, su hoja dorada y brillante la hacían ver muy poderosa, alrededor del guerrero de la legión giraban fuertes corrientes de aire mezclado con rayos delgados de vigor con tonos verdes.

Los tres guerreros nómadas aumentaron en gran cantidad la concentración de vigor que emanaba de sus cuerpos, haciéndolos ver como un incendio incontrolable.

'Así que se estaban conteniendo' dijo el señor Holter.

'Ustedes no eran dignos de mostrarles poder' habló el guerrero de las dagas gemelas.

'Pero ya casi no nos queda tiempo' agregó uno de ellos.

El líder con garras empezó a murmurar algo desde lo lejos, unos momentos después invocó una esfera color obsidiana.

Kumar observó esta esfera atentamente sin poder discernir su naturaleza, pero algo dentro de él le estaba gritando, gritando que tenía que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde.

En ese momento despegó del piso como si fuera una flecha impulsada por una ballesta, movió su alabarda en dirección del guerrero con garras.

Los tres se movieron simultáneamente apenas alcanzando a quitarse del camino, Kumar procedió con su ofensiva girando su alabarda como un huracán de acero, las corrientes de aire chocaban fuertemente con sus enemigos.

La cara del poderoso guerrero de la legión viajaba entre seriedad y desesperación, no podía darse el lujo de ignorar este instinto que le gritaba. Tenía que cambiar de marcha, alzó su alabarda y giró sobre su eje con tal velocidad que parecía que al aire alrededor era absorbido por su elegante arma.

'¡Tempestad de cuchillas!' maniobrando su arma apuntó hacia ellos, una ráfaga de viento empezó a lacerar sus vestimentas, incluso la piel, si no estuvieran altamente revestidos por vigor hubieran perdido una extremidad.

Los hábiles nómadas se movieron exhibiendo una gran coordinación, esquivando lo más que podían estos severos ataques.

'Consiganme tiempo.' dijo el guerrero con garras.

Los cuchillos gemelos rompieron las corrientes de aire mientras se acercaban, haciendo la maniobra de la pinza atacaron a Kumar desde los flancos.

Este los repelió fuertemente utilizando el aire para empujarlos, antes de que pudieran tocar el suelo fueron suspendidos unos momentos.

Con un movimiento de su alabarda los dos guerreros fueron atraídos hacia él como si hubiera una fuerza magnética.

Kumar se preparó para dar el golpe final, sus pies agrietaron el suelo listo para terminar con ellos.

'Suficiente.' La esfera de obsidiana fue disparada hacia Kumar cómo una bala de cañón.

En su trayecto empezó a brillar con un leve color verde.

Kumar quiso repelerla, pero el viento hizo caso omiso. La voz que alguna vez le dijo que tenía que actuar ahora estaba callada.

En el último momento, Holter alcanzó a usar su enorme escudo para detener esta esfera.

Sudor caía de su serio rostro, esperando un golpe devastador y terrible, pero al final simplemente chocó con su escudo y cayó al suelo en seco.

Kumar quedó perplejo unos segundos 

'Holter ¿Estás bien?'

El guerrero adamantino no respondió.

En los siguientes segundos, el gran escudó de Holter empezó a desintegrarse en motas brillantes de luz.

Los ojos de Kumar se abrieron como platos.

Al lado de esta batalla se libró otra entre los demás soldados adamantinos y los nómadas.

Los cuales fueron los últimos en pie, la batalla deformó el terreno y destruyó por completo la seguridad perimetral.

En vez de ayudar a sus líderes, fueron a continuar con sus planes, todos subieron al techo del museo y colocaron lo que parecía unos artefactos tecnológicos en la superficie donde estaban parados.

El cuerpo de Emma estaba envuelto en vigor, los cinco nómadas la atacaban con huesos de bestias tan afilados como lo sería una espada normal.

Ella usó su apabullante velocidad y su rifle para mantener un rango en el que estuviera fuera de peligro.

Los cinco de ellos eran peligrosos pero había dos de ellos en especial que parecían especialmente terroríficos.

Uno de ellos era alto y tenía una figura ancha bajo su túnica y la otra persona era más pequeña pero increíblemente ágil, ellos coordinaban y empezaban los ataques.

Ella tenía que eliminar las molestias primero.

Los cinco se movieron como serpientes para esquivar los disparos, sus armas brillaron en rojo sangre por el vigor y su aura asesina. Los dos más peligrosos presionaron a Emma con un feroz ataque.

Emma brincó en el aire unos diez metros, giró su cuerpo como un experto gimnasta lo haría, con tanta elegancia que solamente hacía resaltar su belleza. Estando en el aire, tomó su rifle y dos tiros en sucesión fueron disparados a ellos dos.

Ambos se movieron en el último momento esquivando por poco los tiros que dejaron una estela morada de vigor.

'Una mujer tan linda y tan agresiva ¡Justo como me gustan!' una voz masculina salió del nómada alto'

'Krar, deja las tonterías, terminemos con esto' Una voz femenina salió de la pequeña nómada.

Emma cayó como una pluma a unos metros de distancia.

'Tienes razón, terminemos con esto' respondió Emma

'¡Matemosla rápido!' La pequeña chica sintió un fuerte escalofrío en su nuca, así que miró hacia atrás por un momento, solo para toparse con algo totalmente inesperado.

Tres de sus compañeros estaban en el suelo, sus máscaras estaban rotas y tenían un agujero en la frente. Un enorme charco de sangre se hacía cada vez más grande.