En un rincón remoto del continente, dos poderosos guerreros se enfrentaban en una feroz batalla.
Valkorin, un hombre de 32 años con una armadura hecha de escamas y pieles de dragón, se postraba imponente frente a su oponente. Su figura robusta y su presencia intimidante demostraban su gran experiencia en combate.
Kaelor, un joven de 24 años, se mantenía erguido a pesar del agotamiento. Vestía una túnica adornada con runas que destellaban ondas mágicas poderosas. A pesar de la fatiga evidente en su rostro y gotas de sudor que recorrían su piel, Kaelor no estaba dispuesto a rendirse.
—¿Eso es todo lo que tienes, joven? —inquirió Valkorin, su voz resonando con una mezcla de desafío y diversión.
Kaelor, respirando con dificultad, respondió con determinación:
—Aún no he dado todo lo que puedo. Te mostraré de lo que soy capaz.
La sonrisa de Valkorin se amplió ante la valentía del joven, y su emoción por la batalla aumentó. Se preparó para atacar con todo su poder.
—Bien, joven. Te atacaré con lo mejor que tengo.
Ambos guerreros se lanzaron al ataque. Valkorin envuelve su arma en llamas intensas, y su espada rugió con la ferocidad de un dragón de fuego ansioso de sangre.
—Es tu fin —declaró Valkorin con una sonrisa feroz.
Kaelor, a pesar de su agotamiento, reunió toda su fuerza. Las runas de su túnica y su bastón brillaron con la intensidad del sol, y la magia de viento que concentró comenzó a girar la tierra a su alrededor con la fuerza de un Gripho.
Los ataques chocaron en una explosión de energía que resonó a lo largo y ancho del continente. La onda expansiva fue tan poderosa que se sintió incluso en las regiones más distantes.
—Aquí termina todo —dijo Valkorin.
—Parece como si fuéramos marionetas de alguien —respondió Kaelor, su voz cansada pero reflexiva—. ¿No sentiste lo mismo? ¿Por qué luchábamos? ¿Era solo para ver quién era más fuerte, o sentíamos que era nuestra única opción?
Valkorin asintió lentamente.
—Es lo que se necesitaba para salvar el mundo. Necesitábamos hacer esto.
Con esas últimas palabras, un cristal imbibido con las habilidades de ambos guerreros emergió del campo de batalla, un objeto que presagiaba numerosos problemas en el futuro.
A las 10:56 AM, cerca de las tierras de Eldoria, un enfrentamiento feroz había sacudido la tierra entera.
Cinco siglos después, tres jóvenes seguirían el legado de estos guerreros para salvar el mundo.
Fin del prólogo.