—¿Por qué? ¿Qué pasa con los papeles que dijiste que estabas haciendo? —Theo lo estaba manipulando.
—Déjame preocuparme de eso, yo mismo —afirmó Elías firmemente y desconectó el vínculo mental.
—Debería haber sabido que tenía segundas intenciones cuando la elogiaba el día que se la presenté —pensó Elías mientras salía de su oficina.
—¡Saludos, Alfa! Me pediste que viniera para trabajar en una tarea urgente. ¿Vas a salir? —preguntó el gamma que acababa de entrar en la mansión.
—¡Oh! Ehm, lo siento tengo que salir corriendo por algo urgente —le informó Elías.
—¿Debo esperarte entonces? —preguntó el gamma.
—¡No, no lo hagas! Deberías ir a casa. Te avisaré cuando haya terminado —le dijo Elías bruscamente y sin esperar su respuesta, salió disparado de la casa.
—¿Qué podrá ser tan urgente que tiene al Alfa Asher saliendo así de apresurado? ¡Nunca ha perdido la compostura antes! Parecía desordenado —observó Srta. Juliet.