—Alfa Steve —Kane lo llamó mientras lo veía correr hacia el bosque—. Esa no es la dirección a la mansión de Dante —dijo para sí mismo en confusión.
—¿Debería seguirlo? —pensó mientras se rascaba la cabeza, confundido—. No. Dijo que quería ir solo. Maldición —su confusión estaba aumentando.
—¿Entonces debo informar a Dante? —caminó unos pasos y se detuvo—. Como si a Dante le importara —Kane estaba realmente perplejo pensando qué hacer.
—Solo informaré a Beta Blackwood —concluyó, volviendo hacia la mansión.
Él era uno de los pocos a los que Alfa Steve había revelado el hecho de que el Beta todavía estaba vivo. Había mantenido eso en secreto, por eso el Beta estaba alojado en la habitación subterránea de la casa del Alfa.
El Alfa mantenía pocos o ningún trabajador y prefería atender los asuntos de estado en su oficina en el complejo de la Manada.