—No creo que tengamos nada de qué hablar sobre mi matrimonio. Gage ya me ha puesto de mal humor, así que no te unas a él en eso. Vamos a cenar y sigamos adelante —dijo Zayne.
—Creo que es justo que abordemos el asunto de que ella no solo vivía en un burdel, sino que ahora está aprendiendo a ser una dama a su edad. Es triste y mi corazón realmente se rompe por ella, pero hay tanto que se puede usar en tu contra —Catherine compartió sus preocupaciones.
—Espero que no termines esta conversación diciéndome que termine mi matrimonio con ella porque entonces podríamos tener un gran problema —dijo Zayne, manteniendo la vigilancia sobre dónde iba Rosa.
—Por supuesto que no. Puedo ver muy bien que los dos os amáis el uno al otro. Pedirte que acabes con este matrimonio sería prepararme para no verte más. Solo me preocupo por ti. Soy tu madre y es lo que hago. Casi la mitad de la corte ha estado buscando algo con qué venir a por ti. Se lo has traído —dijo Catherine.
