PUNTO DE VISTA DE VALENCIA
—Para alguien que esquivó una bala anoche, te ves extremadamente feliz —comentó Aurora.
—No es la primera vez que esquivo una bala. ¿Cuál es el gran problema? —pregunté antes de mirar mi reflejo en el espejo.
—Por cierto, Aurora —susurré para llamar su atención y ella murmuró vagamente con los ojos cerrados.
—¿No crees que la diosa de la luna me creó cuando estaba demasiado contenta? Mira mis rasgos. Si hubiera sido chico, me habría enamorado de mí mismo —dije mientras pellizcaba mis propias mejillas.
Aurora soltó una risita, sin abrir los ojos.
—¿Sabes que eso es exactamente a lo que llamamos autoobsesión, verdad? —preguntó con una sonrisa divertida.
Bufé.
Está celosa porque no puede tomar el control de este hermoso cuerpo.
Con una sonrisa, la miré con una sonrisa condescendiente —No sabes nada sobre autoobsesión. Si hubiera sido autoobsesiva, yo habría... —dejé de hablar.
—¿Tú? —preguntó Aurora.