PUNTO DE VISTA DE VALENCIA
—Hola, soy tu profesor favorito —Henry golpeó mi escritorio, y levanté la vista hacia la entrada de la habitación.
—¡Vaya! ¿Pero qué demonios? Mis pupilas se dilataron y mi corazón dio un salto de inmediato cuando vi al hombre entrar con una camisa negra con las mangas remangadas hasta los codos.
Los dos primeros botones de su camisa estaban desabrochados y llevaba pantalones grises.
—¡PANTALONES GRISES!
—¿Se supone que un beta debe ser tan atractivo? Digo, ¿TAN ATRACTIVO?!!!!!
—Te escuchamos. Quédate callada. Déjame admirarlo en paz —gruñó Aurora ante la exclamación en mi cabeza y sentí calor subir por mi cuello tan pronto como nuestras miradas se cruzaron.
—Cállate —regañé a mi loba y miré hacia abajo a mis uñas, no queriendo ser atrapada mirando demasiado tiempo.
—Vamos, Val. Mira un poco más. Yo tampoco puedo ver por tu culpa —siseó Aurora.
Apriete mis dientes.