PUNTO DE VISTA DE VALENCIA
No podía creerlo.
Mi mano instintivamente se fue a mi abdomen, la idea de tener otra vida dentro de mí me emocionaba y a la vez me asustaba.
Estaba embarazada. Había un bebé dentro de mí. ¿Qué tan grande sería ya? ¿Estaba forzando a mi bebé cuando entrenaba tanto? ¿Y si el bebé intentaba comunicarse conmigo y yo no podía entender?
Espera. ¿Y si la arruino como madre? Con todo lo que está pasando a mi alrededor... no... no debería pensar negativamente.
—Felicidades, Valencia —Aurora sonrió dentro de mi espacio mental, saltando sobre sus patas, y solté una risa interna.
—Felicidades para ti también, Aurora —Las lágrimas llenaron mis ojos mientras un sollozo salía de mi boca.
—Intentaré ser la mejor mamá. Te lo prometo —le dije a mi bebé, limpiando las lágrimas rebeldes.
Espera. Alguien más merece saber esta noticia más que nadie en este mundo.
Saqué mi teléfono para llamar a Maverick.