Punto de vista de MAVERICK
Su llamada duró bastante tiempo.
Una vez que terminó la llamada, volvió hacia mí y sonrió en cuanto vio la comida sobre la mesa.
—Gracias a Dios, ya está aquí la comida. Me muero de hambre. ¿Qué ha traído Sombra? Rayos, son todas mis cosas favoritas. Definitivamente conoce bien mis gustos ahora —sonrió Valencia, sus ojos se fruncieron en forma de luna creciente.
Esa era la clase de sonrisa que me gustaba ver en su rostro, la que me hacía sentir algo por ella, pero sus ojos...
Le sostuve la mano cuando estaba a punto de agarrar el recipiente con el pan al vapor.
Sabía que lo que estaba por hacer podría terminar terriblemente para nosotros, pero era el único camino.
Si después de esto tiene que odiarme, puede hacerlo, pero no permitiré que se odie a sí misma para siempre.